Preciosa, es verdad. Al verla en el campo nos quedamos alucinados. Yo pensé lo mismo: "Parece una llama". En la finca (fincón) todo el mundo la conoce. Nunca se había visto por allí nada parecido. Tiene ya sus años y nunca ha dado chotos como ella. ¡A saber de dónde le viene ese ramalazo!
Como dice Fveterinario, la genética es fascinante.