Ese es el problema.
Que tiramos poco y normalmente eligiendo el momento del disparo, con lo cual las posibilidades de errar se reducen mucho, y así no hay manera de hacer un buen perro para el rastro. Que no me quejo, porque si me das a elegir, prefiero no tener que pistear ni un solo cochino pues como he dicho siempre: "Pistear un cochino herido siempre es un mal negocio para todos".
Lo malo es que pasa pocas veces pero cuando pasa, el problema para un aguardista se multiplica por mucho, porque el cochino suele ser importante y trabajado; y ahi es donde empiezan los líos.....
Nuestro perro no pistea como debiera, o como nos gustaría, y el de un amigo no está acostumbrado al rastro frío... lo soltamos para ver si por el aire.... y acabamos encontrando de todo menos lo que queremos encontrar. Para entonces han transcurrido unas horas muy valiosas, hemos pateado todo lo pateable y tenemos la moral por los suelos..... Entonces es cuando nos surge la feliz idea. Y si llamo a un especialista en rastros.
Y normalmente no lo hacemos, por no tener que dar demasiadas explicaciones, porque ha dejado de dar sangre, porque ha pasado mucho tiempo y tendemos a pensar que si los perros de fulanito no han dado con él, es porque ese cochino no se va a morir nunca..... pero la duda nos acompañará siempre.
Pues si. Hazlo. Y no te comas la cabeza con chorradas, porque aunque las cosas no las hemos hecho bien, nadie te va a reprochar que lo hayas hecho así, y además, con suerte encontrarás a alguien disponible que te ayudará en la medida de sus posibilidades y con la garantía de que vas a hacer las cosas bien, con un perro que sabe a lo que va porque está entrenado para ello, y un conductor que sabe ayudar a su perro.
El cochino aparecerá o no, pero no te quedarás con muchas de las dudas que te hubiesen acompañado durante mucho tiempo.
Si pegas a un guarro, no tienes a mano un perro que sepa rastrear y no lo encuentras a una distancia razonable del tiro, marca el lugar del disparo, la sangre si la hay y llama a AEPES.