Este país, y me refiero a donde vivo, o sea Noruega, tiene grandes cosas, pero luego tiene otras tantas absurdas.
Por ejemplo, el lobo. Los lobos están contados, vamos que en un país sólo un 20% menor en tamaño que mi querida España hay poquísimos, creo que no llegan al centenar. Y sin embargo se les sigue cazando porque atacan al ganado. Y claro como no lo van a atacar si he visto como sueltan las ovejas en el monte de mayo a septiembre.
En fin un absurdo más, de cazadores, ecologistas y demás.