En un pueblo medio toledano medio cacereño había una piara de las incontables, con hasta 40-50 animales sin contar rayones, y la guarra guía no tenía ningún miedo al hombre. Y es un caso extremo que no creo que sea muy habitual, ni los que lo vivimos somos aficionados a drogas ni nada que podáis sospechar ...
La primera vez que me "nos vimos" una noche de luna, yo pegado al tronco de un chaparro, habían dado cuenta de toda la comida y pasó por delante mío a pocos metros, pero pocos, 2-3m, y antes de que se airease la encendí el foco de luz roja, los rayones cuerpo a tierra, los suyos y los de las guarras que venían detrás. Estuvo cogiendo aire y cabeceando y por momentos parecía que se me quería acercar, al final reculó, dió un rodeo por detrás de unos zarzalones y ahí si me cogió el aire y se hartaron a bufarme.
La segunda vez en el mismo sitio, luna nueva, directamente se fueron tras comer por detrás de los zarzalones. Al cogerme el aire bufaron ... y mi sorpresa fue que parecía que venían subiendo en mi dirección. Miré con los Selena y en una escoba cercana parecía haber un bulto. Cuando se movió ya me levanté y tiré la luz y en efecto, la guarra guía y otras dos venían a buscarme con el aire de cara. Empezaron a bufar, y yo a chitarlas y a gritarlas, las "amigas" casi no reculaban, cabeceaban como toros antes de embestir, y yo venga a gritarlas. Cuando por fin se bajaron porfiando ... me dí cuenta de los pelos de punta, piel de gallina, vamos, con los que eran como para que me hubieran comido
En una encina en la baña un par de veces vino la guarra a saludarme al tronco subiéndose de manos. Por cierto, un espectáculo aquel piarón bañandose y restregandose en las multiples encinillas de la zona, ris ras ris ras, parecía un aserradero y la guarra abajo de manos en mi tronco ggrrrr, una vez me entró un ataque de risa pero ataque ataque porque en mi vida pensé que vería algo tan exageradamente loco con tanto guarro restregándose al mismo tiempo
Y un día cargando un cochino bueno que había tirado ya hacía unas horas ... entró la piara a ese comedero y se vino a buscarnos la guarra al coche, aunque no salía del poco monte que había. Nos acercamos al comedero y allí estaba el piaron, unos comiendo, otros tumbados, tranquilos, y allí siguieron a lo suyo.
Al año siguiente me contaron de algún "accidente" que tuvieron los de la menor cuando se los encontraron en un zarzalón. Y no me extraña.
Aquella guarra guía la teníamos que haber sacudido. Y era una finca abierta. Un compañero tuvo una experiencia curiosa también, en un relato lo puso, el páramo de los guarros del responso. Tiró un cochino en ese comedero, la piara salió corriendo, fue a mirarlo, se volvió al puesto y ... volvieron los guarros, rodearon al muerto como si lo estuvieran velando, y siguieron comiendo.