Era de flecha y una herida muy dificil, ya que resbalo por el costillar sin penetrar, con lo que al localizar la flecha y ver lo que nos decia, lo dejamos para el dia siguiente y fue el rastro de sangre mas escandaloso que he seguido nunca, al parecer hay una arteria que corre bajo la piel y esa fue la que corto la flecha. En el video no le saco la muestra de los pilares de la pleura pues estaba ya hinchado y no se podia acceder, igual que le tengo que romper costillas para acceder a los solomillos cuando sin hinchar no hay que romper nada.
Hay que eviscerar en el momento de encontrarlo sin dilacion y con urgencia cuando el tiro ha afectado a estomago o intestinos. En cuanto muere las bacterias del estomago e intestinos migran a los musculos y es cuestion de tiempo que estos ya no sean higienicamente recomendables por lo tanto no aptas para el consumo. Si es un herviboro aun mas rapido.
La normativa es diferente para cada Autonomia asi que hay que leersela y actuar en consecuencia. Lo que hago es primero ponerme guantes de nitrilo, despues abrirlo en canal teniendo mucho cuidado de no perforar estomago, intestinos y vejiga, inspecciono los organos, corto alrededor del ano y ato, rompo el puente, corto el exofago y ato, tiro de el sacando todas las visceras que meto en una bolsa estanca para no dejarlas en el terreno, inclino la canal para vaciarla de sangre, abro la canal para que se ventile y despues con cuidado de no arrastrarla la meto en otra bolsa estanca y al llegar a casa la avio y refrigero inmediatamente.
Que buscar en la inspeccion ocular de la canal:
Segun el anexo II de la guia de actuaciones cinegeticas de Plasencia.
No son aptas para el consumoo humano las piezas de caza silvestre que:
1- Reúna alguna de las siguientes características.
• Comportamiento anómalo o perturbación del estado general del animal vivo
señalados por el cazador.
• Fracturas óseas al descubierto y lesiones que no estén en relación con el cobro
directo de la pieza.
• Presencia de tumores o abscesos de forma generalizada o presentes en varios
órganos internos o músculos.
• Artritis, orquitis, alteración del hígado o del bazo, inflamación del intestino o de
la región umbilical.
• Caquexia o hidrohemia generalizada o localizada.
• Alteración del color de la pleura o peritoneo y presencia de cuerpos extraños
en cavidades corporales, estomago, intestino o vejiga urinaria siempre que se
produzca la circunstancia anterior.
• Adherencias de órganos a la pleura y peritoneo.
• Formación importante de gases en el tracto gastrointestinal, con alteración del
color de los órganos internos.
• Otras alteraciones y anomalías, aunque estén limitadas localmente, y que
afecten a la salubridad de la carne de caza, caso de la putrefacción.
2.- Presente alguno de los siguientes procesos patológicos.
• Tuberculosis.
• Triquinellosis.
• Septicemia, piemia.
• Cisticercosis generalizada.
• Sarcosporidiosis visible macroscópicamente.
• Linfadenitis caseosa u otros procesos supurativos.
• Miasis generalizada.
• Invasión masiva de ácaros.
3.- Presencia de otros procesos o afecciones no mencionados en los dos puntos
anteriores y que, según el criterio del veterinario oficial, pudieran dar lugar a carnes no
aptas para el consumo humano.