Buenas tardes, tras varios intentos infructuosos por unas razones u otras, por fin he de decir que hace dos noches aprovechando las tres cuartas partes de la luna, solté mi primera flecha a un jabalí en espera, bueno realmente es mi primera flecha disparada a un animal en cualquier modalidad. Además el resultado fue muy satisfactorio en todos los sentidos menos en que el animal no era el que buscaba y fui engañado por un porte y comportamiento muy similares, pero creo que para bautizarme tampoco voy a ser muy puntilloso, que la emoción del lance ha costado quitármela de encima y aún dos días después conservo ciertas sensaciones que creía perdidas desde mis inicios con el rifle.
Voy a relataros un poco el lance y pondré unas fotos del resultado. Me puse en el puesto como de costumbre sobre las 17:15 horas (me gusta ir muy pronto), preparé todos los archeles y esperé que anocheciese. A partir de las 18:45 empezó a notarse la ilmunación de la luna que estaba un poco más de tres cuartos y que cuando me puse en el puesto ya estaba bastante fuera en el cielo.
Sobre las 19:20 comencé a escuchar los primeros movimientos en los alrededores del comedero. Se por la cámara que entra un macho con un trofeo aceptable, pero siempre deja entrar antes a tres primales de tamaño medio. Supuse que podía tratarse del macho que merodeaba por la zona inspeccionándola y buscando posibles peligros antes de dejarse llevar por el hambre. A las 19:40 se escuchan los pasos de varios animales aproximándose al puesto. Dan algunas vueltas y al poco rato van dando uno tras otro la cara al comedero. Se traraba de los tres primales que se pusieron a comer rápidamente, peleándose entre ellos. Mientras los tres bichetes comían, de vez en cuando se escuchaba alguna rama crujir, una piedra rodar, etc..., lo que hacía que los primales dejaran de comer y mirasen inquietos hacia el origen de esos ruidos. Cada vez los sonidos se escuchabann más cerca del comedero y los primales se ponían más nerviosos, hasta que de repente salieron pitando. Se acercó a las inmediaciones del comedero el animal que producía esos ruidos, pero no terminaba de dar la cara. En un momento dado se le escuchó coger vientos con el típico soplido, no tuve duda, era otro jabalí, ¿sería el que andaba buscando?. Finalmente y tras no pocos recelos dió la cara al comedero. Su silueta era mucho más grande que la de los primales, pero como el comedero está cobijado entre el monte impedía que la luna le iluminase con todo su explendor, además ya se encargaba el animal de comer en la zona más sombreada. El porte, la silueta y el comportamiento me inducjeron a pensar que se trataba del macho captado por la cámara. Debido a la cercanía con el puesto (unos 15 metros), ni parpadeo ni casi respiro. Lo dejo comer y cuando se relaja un poco decido que por fin ha llegado el momento de estrenarme. Lo encaro y... joder me pongo como un flan (esto con el rifle no me pasa). Debido a los temblores debo desencarar y volver a coger aire y relajarme durante unos minutos. Cuando creo estar preparado y veo que el animal se ha colocado completamente ladeado, vuelvo a encarar, apunto y suelto la flecha. Por primera vez escucho el sonido sordo del impacto de la flecha en el costado del animal (sonido que ya no olvidaré). Se marcha del comedero, pero ni una carrera, ni un gruñido, su comportamiento nada tiene que ver con los animales que he disparado con el rifle. Se marcha si hacer ruido, de vez en cuando lo escucho un poquito, hasta que se deja de escuchar completamente.
Decido esperar un par de horas para dejar al animal enfriarse antes de ir al punto del impacto y pistearlo en caso necesario. Esas dos horas se hacen eternas y se me pasan mil cosas por la cabeza. Me empiezan a asaltar las dudas. El guarro se ha ido muy tranquilo, ¿lo habré fallado?. Unas veces me digo que si y otras dudo haberle dado. Me como las uñas hasta que ya ha pasado el tiempo necesario y decido ir al punto del impacto.
Preparo una buena linterna y me voy al lugar. Miro y no veo sangre, ni trozos de carne, ni pelos, ¡Joder he fallado y lo tenía a huevo!, me cabreo pero sigo mirando, hasta que a un metro del punto de impacto hayo una gotita de sangre y me empiezo a motivar. Tras el lugar donde se encontraba el animal localizo la flecha clavada en el suelo ya que el comedero está en un talud inclinado. La flecha ha atravesado al animal y está llena de sangre de color rojo intenso. Lo que me hace deducir que va tocado en alguna arteria o de algún órgano importante. Sigo la huida del animal y me llevo la grata sorpresa de que a los tres metros del punto de impacto empieza a dar un rastro de sangre que pocas veces he visto en un rifle y es muy fácil de seguir. Pienso que es de noche, monte cerrado y no se si el animal estará muerto, se que es una temeridad meterse a buscarlo, pero no puedo esperar, me inunda la emoción y no puedo dejarlo para la mañana siguiente, así que me voy aseguir el rastro. Tras unos 30 o 40 metros en los que se ve que al animal había hecho algunas paradas por los charcos de sangre, lo veo tendido en una hondonada. le lanzo una piedra desde atrás y no se mueve, ¡Esta muerto!. Me inunda la alegría por el triunfo y a la vez la tristeza por la muerte del animal (es algo que me pasa desde siempre). Me aproximo y me llevo la decepción de que no es el animal que buscaba, pero enseguida me vengo arriba ya que es mi primer lance con una flecha. Le disparé en el codillo y tiene el impacto en esa zona, quizá un poco bajo. Cuando lo abro veo que la flecha ha afectado a los dos pulmones y ha tocado un poquito de refilón el corazón en su parte trasera. No es el mejor tiro del mundo pero teniendo en cuenta el estreno y los nervios, creo que es aceptable. Lo arrastro hasta donde hasta donde puedo cargarlo con el coche y ya está en mi congelador.
He de decir que la emoción de estar tan cerca de un animal es mucho mayor que en las esperas con rifle. He comprobado que lo que decíais sobre la caza con flecha es real. La flecha mata y muy bien, añadiendo que os hice caso y puse una punta Slick Trick, que tuvo muy buena penetración y gran rastro de sangre. El animal disparado no se siente agredido, se va sin saber bien que ha pasado hasta que le sobreviene la muerte por desangramiento. La carne no se estropea nada como con el rifle. Vamos que he quedado encantado con la experiencia. Ahora y con menos nervios, espero enfrentarme a un ejemplar de esos que te ponen los pelos de punta, aunque me queda mucho camino por recorrer y muchísimo por aprender.
Os voy a poner una foto del animal y otra del impacto.
Espero que os haya gustado el relato de mi primera experiencia con la flecha. Muchas gracias por los consejos que me habéis ido dando hasta poder llegar hasta aqui y espero poder contar muchos más relatos.
Un saludo.