En fin, solo por desahogarme. Ayer mismo fui a visitar un centro de recuperación animal con mi familia para que los niños interactuen cuanto antes con los animales, aprendan y los respeten. Pues como os podéis imaginar por el título del post, tuve que aguantar una charla en público en la que se atacaba a los cazadores. Me mordí la lengua muchos minutos mientras mi mujer me miraba de reojo hasta que no pude mas y salté. Como os podéis imaginar se convirtió en un esfuerzo imposible y en solitario de desmentido de tópicos y falsedades que también defendían muchos de los asistentes. Finalmente me quedé conversando con la persona que impartía la charla, llegando a unos términos bastante mas amistosos y de vernos para continuar hablando en otra ocasión. Es un centro muy bonito y en el que los animales viven en instalación muy bien acondicionadas, recomendable su visita con niños...pero no puedo parar de pensar los miles de personas que pasan por alli al año y el mensaje de desprecio hacia los cazadores que reciben.
Asi que les he escrito esta carta que espero sinceramente y con toda la sana intención que les haga reflexionar. La comparto con vosotros, aunque os advierto que es extensa:
Estimado Señor/a,
Le escribo a raíz de la visita a su centro de recuperación animal La Cañada Real que hice acompañado de mi familia el pasado día 1 de julio. Es una excursión que realizo por tercer año consecutivo junto con mis hijos de un año y medio y tres años y medio de edad y mi mujer (veterinaria, por cierto), con el único objetivo de que disfruten de los animales, aprendan y los valoren.
El hecho es que por tercera vez salgo con un sabor de boca agridulce debido al contenido del discurso que dan respecto a la realidad actual del lobo ibérico. En esta charla, desde el principio hasta el fin y especialmente este año, se vierten de manera constante afirmaciones más que discutibles, de las que muchas son un ataque frontal a ganaderos y cazadores de forma totalmente generalizada:
-Se contrapone a los amantes de la naturaleza con los cazadores y ganaderos.
-Las grandes amenazas para el lobo y la conservación son los cazadores y ganaderos.
-Los lobos comen preferentemente animales salvajes que están enfermos y van a morir igualmente (no se menciona a las crías, supongo que por casualidad) y solo en ocasiones ganado si el pastor lo deja “olvidado y desprotegido”.
-Se critica el modelo actual de ganadería extensiva (acompañado del adjetivo capitalista, por cierto) culpando a los ganaderos, que viven de las subvenciones y por tanto no tienen interés en proteger a su ganado de los ataques.
-Los ganaderos deberían reducir el número de cabezas y recogerlas y vigilarlas cada noche estabuladas, habilitando recintos para tal fin.
-Se describe el número y el sexo/edad de animales que abaten los cazadores como incompatible con la salud de las poblaciones.
-Los cazadores y los ganaderos dicen que el lobo es “malo”, porque “no tienen aprendida la lección”.
-La población de lobos no ha aumentado en los últimos años, y es siempre un perfecto gestor de las poblaciones silvestres y autorregula la suya.
-El lobo vivía ahí y han entrado los ganaderos a robarle su espacio.
-El gran problema de la ganadería es la superpoblación de reses de las fincas de caza porque son fuente de tuberculosis (por supuesto se nos olvida lo que ha pasado con la tuberculosis en varios Parques Nacionales)
-Y un largo etcétera de tópicos falsos respecto a la caza como que solo se busca el trofeo, que se cazan decenas de reses en cada jornada de caza, etc.
Llegó un punto en el que la interacción con los niños y como se dirigía el coloquio ridiculizando y en contra de los cazadores y ganaderos me sentí en la obligación personal de intervenir. Todos y cada uno de esos puntos mencionados son, o discutibles y tendenciosos o directamente falsos (cuando quieran les remito diversos estudios al respecto), y me esforcé en defenderlo de manera exhaustiva, algo en lo que no voy a entrar aquí por razones de espacio y tiempo. Los ganaderos en su mayoría trabajan mucho y con pocos márgenes, no carguemos exclusivamente sobre sus espaldas y las de sus familias la responsabilidad de la protección del lobo. Los cazadores, entre otras cosas, somos una herramienta de la administración para gestionar las poblaciones de las especies, no abatimos lo que queremos, si no lo que nos autorizan los técnicos y en buena lid podemos. Es una actividad legal, muy regulada y exigí un respeto a nuestro colectivo. Ni la persona responsable ni ninguno de los asistentes que opinaron, tienen el más mínimo conocimiento de lo que es la caza, más allá de la frontal e ignorante animadversión que sienten hacia los cazadores, como se esforzaron en demostrar. Si el modelo de gestión de la ganadería, de la caza o de cualquier sector que conviva con el lobo no les gusta, expónganlo como lo que es, una opinión mas o menos fundada, y responsabilicen a las administraciones que la regulan y digan que los técnicos no tienen la lección aprendida, no a las personas que obedecemos las leyes.
Habrá que explicar a la gente, que los cazadores y ganaderos no dicen “que los lobos son malos” (los animales no son personas con conciencia y por tanto maldad) pero si que tal vez hay circunstancias en las que su presencia pueda ser dañina, lo que es significativamente diferente como bien saben. No voy a entrar en si actualmente este pueda ser el caso del lobo, pero desde luego si vamos a dar lecciones de ello creo que es evidente tratarlo de una manera menos sesgada y con mucho más rigor, haciendo entender que no es lo mismo opinar y simplificar desde nuestro “sofá” que desde la piel de un ganadero que sufre periódicamente ataques de lobo.
Tienen en sus manos la suerte y a su vez la responsabilidad de contribuir a la educación de muchas personas, especialmente niños, en lo que a la conservación de la naturaleza y especialmente del lobo se refiere. Tan solo les pido que no les eduquen en la confrontación con dos colectivos, que en general AMAN la naturaleza y sin los que el futuro de la especie sería bastante más incierto. Por lo que tengo entendido, algunos de los más exitosos casos de repoblación de lince ibérico provienen precisamente de la colaboración con cazadores y sus fincas de caza con abundante población de conejo. Esto nos llena de orgullo a la mayoría y bien haríamos en comunicarlo más y enseñar a respetarnos mutuamente.
Para finalizar continué la conversación amigablemente y en un aparte con la persona que impartió la charla, y tan solo le pedí, que por la próxima vez que vuelva, por favor, no hagan que me arrepienta de llevar a mis hijos a disfrutar de los animales y a cambio tener que oír cómo se nos ataca a los cazadores sin ningún fundamento.
Saludos,
Un cazador, respetuoso, y con la cabeza alta.
PD: En la entrada a su espacio tienen un espacio dedicado a Felix Rodríquez de la Fuente, tal vez no estaría de más recordar a los visitantes cómo un cazador empedernido como era él puede (y debe) ser un amante de la naturaleza y contribuir de manera fundamental a la protección de nuestro lobo ibérico.