A mí se me pasó varias veces en un coto abierto. Y a mis compañeros también. Y luego a los que nos lo quitaron al año siguiente también les pasó. En cercón es normal, al menos pasa con los venados criados en cautividad, pero en abierto?
Se trataba de una piara enorme, de más de 50-60 individuos comandados por una guarra guía que no tenían ningún miedo al hombre, y que cuando te barruntaba se venía a por tí, a veces acompañada. El resto de individuos comía y se bañaba sin problemas.
Yo creo que con ese comportamiento estaba enseñando a toda la piara y extendía esa falta de miedo. Teníamos que haberla matado, error no haberlo hecho.
Primer caso: Nos avisan al coger el coto. Cuidado aquí que son muy agresivos. Cuando los de menor dan una mano, a veces se les arrancan de las zarzas con muy mala leche. Ni puto caso, claro.
Segundo caso: Amigo en un puesto en el suelo en una siembra (de las de 80Has de trigo pané) ... le rodea una piara y no se le espanta ninguno. Mata un cochino grandote sin boca que le había pasado por detrás, contra aire. ¿Qué raro, no?
Tercer caso: Piaron de 50-60. Luna llena. Comen y cruzan el reguero hacia mi lado. Viene la guarra gría con varios rayones muy rayones. Luego otras dos o tres cochinas con los suyos. Y luego todo el resto. Yo sentado, sin puesto, pegada la espalda a un chaparro. Cuando se va a airear la guarra por mi izquierda, como venía con los rayones, y estaba a no más de 3-4metros, con el rifle sobre las piernas apuntando a su dirección, le enciendo la luz roja. Los rayones cuerpo a tierra -impresionante-. Se para, me bufa, coge aires, quiere venirse hacia mí. Luz roja otra vez. Sigue cabeceando cogiendo aires. Me enfila. Bufa. Luz roja otra vez y sabiendo que como de un paso aprieto el gatillo que estaba a punto. Al final se vuelve sobre sus pasos, rodea el chaparro, se meten en el zarzalón que tenía detrás, que había unas bañas, se bañan ... y al final se airean por fin. Festival de bufidos. Raro raro, no?
Cuarto caso: Mismo comedero. Un amigo, invitado al coto. Páramo de los guarros del responso. Está contado en un relato en el foro anterior. Le entra el piarón. Distingue un macho. Le sacude. Se queda tieso en el comedero. Los guarros se van. Mi amigo se acerca, mira el cochino, poca boca. Se vuelve al puesto. La piara vuelve a entrar. La misma. Llegan al muerto, le hacen un aclarado. Le miran. Le rezan un responso
. Se ponen a comer hasta acabar. Increíble, no?
Quinto caso: Mismo comedero, luna nueva. Mismo piarón. Comen enfrente, cruzan el reguero y me rodean por detrás, por el zarzalón. Se bañan. Ahora se espantarán me digo. Lo hacen, bufan, corren. Y bufan. Y bufan. Suave. Me digo, viene hacia arriba.
Miro con el Selena, tengo unas retamas a 8-10m. Hay un bulto en medio. Bufa. Se mueve. No jodas. Enciendo la luz y tengo a mi guarra guía, aire en contra, bufándome y cabeceando. Como los miuras. Buf, buf. Y flanqueada por otras dos guarracas. Tres!!! Y madre mía los que hay en la zarza. Buf Grrr. Con la luz empiezo a chitarlas. Chisss! Fuera! Vamos! Buf, grrr, más bufidos, más cabeceos, que no se iban, que no, yo más nervioso que la leche. Que me comen, que me tengo que subir al chaparro. Buf, buf, y yo venga a gritar con la luz encendida y la cruceta en la cabeza de la guarra guía. Venga! Vamos! Fuera! Joder! Venga! Chiss! Chiss! Se acaban yendo, de culo, sin perderme la cara y bufando. Cuando se lo cuento a mi amigo y compañero, me cree, a duras penas, porque me conoce hace muchos muchos años. Pero yo pienso que no se lo imagina. Increíble!!!
Sexto caso: Mi amigo, el socio del coto. Subido en una encina, en una baña con comedero. Llega la piara, entran a comer. La guarra guía directamente a la luz del IR del Selena se va a la encina. Le bufa, se pone de manos. Le gruñe. Y así un rato. Los demás comen, se bañan, se restriegan. Alucinante
Séptimo caso: A mí, lo mismo de la baña en el mismo sitio. De risa ya. Lo bueno era que estaba de buen humor. Una piara tan grande restregándose al mismo tiempo en multitud de chaparros hace un ruido como un aserradero nórdico en plena faena. Ris ras ris ras ris ras oink oing ris ras ris ras. Inolvidable
Octavo caso. El menda se carga un buen guarro. Entramos con el turismo lo más cerca que podemos. Nos cuesta un mundo subirlo hasta el coche. Que si ahora, que si a la de una a la de dos ... sin cortarnos un pelo. Linternas, voces, rastros ... arrancamos el coche para ponerlo cuesta abajo, porque de lado no eramos capaces de subir el guarro al maletero entre los dos (pedazo cochino
. Metemos el guarro al final. Cerramos. Respiramos, vaya sudada, comentamos la jugada y .... buf grrr grrr buf buf ... la piara al comedero. La guarra guía se nos viene por arriba. Cargamos el rifle, la chitamos, la alumbramos, no daba la cara esta vez, a pocos metros. La piara sigue comiendo en el comedero. Nos acercamos (no más de 20m) para mirar si había alguno bueno. Los alumbramos. Están algunos tumbados, otros comiendo, ni se inmutan. La guarra nos sigue gruñendo desde las jaras. Mi amigo del alma ya no tiene ninguna duda. Cochinas locas.
Noveno caso. Al finalizar el año que fue el último de arrendamiento ... nos cuentan que uno de la menor estuvo toreando a un cochino que le salió a por él cuando metieron los perros en el zarzal equivocado. Natural.
En abierto.
Sólo lo hemos visto ahí.
Si nos ha pasado en otros sitios que al ir a comer, o al ir a beber en Agosto en la única fuente de la sierra y cogerte el aire, se han cabreado de manera impresionante y se han venido a sermonear hasta poquitos metros, moviendo las jaras cercanas. Emocionante. Pero no dieron la cara. En una de esas veces yo estaba sentado en un puesto que hicimos con colmenas muertas, abandonadas, que las pusimos como si fuera una grada. Sentado en la segunda fila y con los pies en la primera. De la presión que me metió el jabalí me tuve que subir de pie a la segunda grada, y alumbrando para ver si le veía. Pero lo de ese coto. Impresionante. Ni visto ni imaginado.