Yo les gusto muchísimo.Y me ponen hecho un cristo.
Por aquí hay dos oleadas de chupasangre: de dia y a primera hora de la noche el mosquito tigre.Los ves y los oyes llegar ,y buscar un buen sitio para clavarte.No se les resiste la ropa en una sola capa.En cuanto refresca de noche llegan los del país a por su ración.Los hombros,las rodillas,los tobillos,las manos enguantadas,la cara con máscara,el cogote...Nada se les resiste.
Las ronchas de los mosquitos tigre me duran meses y acaban en costra de tanta rasquiña.Nunca he usado nada más que paciencia y resignación.Me resultan desagradables todos los olores fuertes ,tanto lo buenos como las malos olores,en eso me parezco a los mosquitos.
A ver ,esos animalitos también tiene derecho a comer,y me lo tomo como una penitencia por tener esta afición.Y por supuesto que prefiero los aguardos en invierno.