En este relato voy a describir como fue mi primera espera. De buenas maneras me aficioné a la caza hace unos años viendo como amigos y familiares míos cazaban y andaban siempre contando buenos relatos cuando estaba con ellos. Quiero decir que soy un joven inexperto aún y no tengo mucha experiencia. Ami padre nunca le gustó la caza por lo que nadie me ha enseñado tantas cosas que quisiera saber pero a mí me puede esta afición más que a nada. Es cierto que mi padre siempre ha sido hombre de campo por lo que sí ha podido enseñarme casi todo lo que sé tanto de jabalíes como de ganado y monte. Amí siempre me gustó el campo tanto que de pequeño me perdía entre las jaras y solo me encontraban gracias a mi llanto.
Poco a poco fui cogiéndole el gusanillo hasta que pasado los años (pocos) empecé a intentar a realizar por mí mismo una espera de las que todos hablaban. Ya os digo que a mi padre no Le gusta la caza aunque haya cazado tanto que lo que yo hiciera en el campo respecto a caza a él Le daba completamente igual.
En Abril fui visitando muchos sitios que sabía que eran querenciosos para los guarros en esta zona y me decanté por una charca que en ese momento estaba llena y con muchas pistas de guarros.
Empecé a cebar para que fueran cogiendo querencia aunque ya la tuvieran pero a veces pasaban alguna semana sin nada ya que solo podía ir los findes. Poco a poco fue llegando el verano por el cual me quedaría allí muchos días a dormir. He de decir que los guarros comían día sí y día también por lo que ya estaba listo casi todo. Digo casi todo porque sabía que entraba pero no perfectamente.con pisadas de tantos tamaños sabía que venía una piara la cual tenía una trocha que estaba tomada diariamente. Pero bueno puedo ser un inexperto pero sé que los aguardos están para hacerse con buenos cochinos y no con una guarra o un bermejo. Así que me dediqué a buscar indicios que me pudieran hacer pensar que hubiera algún buen guarro por allí ya que mi padre me decía que ese era un buen sitio para hacerme con un buen cochino. La charca estaba seca por lo que no podía ver bien las huellas así que me fui al rascadero. Allí estaban, dos enormes colmillazos en esa chaparra. Ya venía siendo hora de colocarme algún día.
Pasaban los días y mi padre me decía : que pasa, que me vas a hacer gastarme más dinero en el maíz para que coman loas bichos y tú no te pongas cagón!!
Y era cierto, me daba bastante miedo colocarme en lo alto de una encina toda la noche solo.
Me pasé todo el verano hasta que empecé de nuevo el curso y en Octubre sería la noche.
Fue un fin de semana cuando ví que los guarros seguían entrando por lo que decidí a ponerme. Mi padre me dijo que me entrarían las cochinas primeros pero que estuviese atento que los buenos guarros saltan por donde menos lo esperes y a la hora que menos te esperes.
Llegué a la encina donde a unos 15 metros tenía el cebadero ya que solo tenía mi paralela del 12. Lo primero fue cargará a y más tarde después de sacar loas bultos encenderme un cigarro. Esto me podía haber jodido todo. Llegué muy temprano, sobre las 7 pero prefiría eso antes que a nada. Que calor hacía!!
Me quedé embobado mirando las palomas y tórtolas que pasaban por la cañada de enfrente. Las 8:00 y escucho un crujir de ramas, sería una vaca pero no ví nada. Tomo un trago de agua y sigo a mi bola. Las 8:45, aún es pronto cuando vuelvo a escuchar otro cruijido similar que venía del mismo sitio, una enorme zarza a unos 25 m.
Sigue pasando el tiempo y ya un poco aburrido y otra vez lo mismo y ya me dá que pensar que podría haber un guarro allí encamado.el viento de cara y tranquilamente me dan las 10:00 cuando ya pensado que era la buena hora unos ruidos alborotadores me hacen levantar la cabeza que venían del cerro de enfrente. Venían a trote sin parar con un movimiento que seguro que hacían a diario.
Quiero decir que el crujir de ramas ahora sonaba cada media hora o menos y ya estaba nervioso ya que no veía a ninguna vaca.
Derrepende por una verea empiezan a sonar los trotes cuando se plantan allí 4 guarras y sus rayones alborotadores. Siguen su verea hasta entrar al comedero sin pararse. Ya son las 22:30 cuando se quedan mirando a la zarza, algo debe de haber allí. Derrepende un zorro parece que sale algo ligero y mis ilusiones se murieron en ese mismo instante, pero no, cuando pasa la alimaña siguen mirando a la zarza. Allí está, un guarro que llevaba allí todo el tiempo. Lo veo reguqar tapado hasta que sale al sitio, veo un enorme bulto que entra sin dar ningún rodeo mientras las guarras se apartan y el le da un sustillo a un guarrillo pequeño.
En ese momento ya estaba temblando, no sabía ni como ni cuando tirar con mi antigua paralela del 12. Había luna pero me la encaraba y...nada no era capaz de ponerlo a tiro. Mientras tanto el guarro aparecía tranquilo y las cochinas no paraban de comer el grano esparcido. No sabían la que se avecinaba.
Derrepende pienso que ese era el moqento, lo había dejado cumplir y... PUM. Apunté como pude y derrepente empiezo ha ver bultos a 100 por hora en el claro y... PUM!! Un segundo disparo a otro bulto que pude ver.
Yo estaba temblando y no sabía que hacer por lo que me detuve a escuchar.
Escuchaba un bicho suspirando en un regajo que había a unos 40m. Digo : hay estas mamón!!
Me fumo un cigarro y derrepente un nuevo bulto corre por lo alto del comedero hacia el monte, no sabía como ni de donde venía pero me dio un buen susto.
Bebo agua, termino el cigarro, cojo la escopeta y bajo. En el comedero no veía nada, ni una gota de sangre!! La desilusión era mía, solo mía. No me atrevía ir al regajo por lo que cojí mis cosas y cojí camino arriba hasta la casa.
Le conté a mi padre lo sucedido por lo que se reía de mi y me dijo que mañana iríamos a buscar.
Antes de que saliera el sol estaba allí pero nada, no veía nada. Esa noche no pude dormir ni un segundo sabiendo que podría haber fallado un pedazo de guarro ya que con la bala de escopeta casi siempre algo de sandre o de lo que sea el bicho debería de soltar. Llegué al regajo y nada.
No sabía que había ocurrido, Le apunte bien y creía tenerlo muerto después de haberlo escuchado suspirar unos 15 min.
Por lo cual me fui de allí con ganas de colgar la escopeta pero... Ya llevo 4 esperas más sin tirar y no hay nada que me quite ese adictivo que probé esa noche. Es cierto que podría haber matado alguna guarra pero si no es por daños y si por afición para eso no vayas de esperas.
Tengo seguro que algún día caerá ese dichoso macareno que ese día me dejo tocado.