En estas cosas no se puede hablar nunca con certeza, vaya por delante. Que el lince (o cualquier gato) se suba al pino a comer, no es normal.. El lince come en el suelo (normalmente). Si lo hace (subirse al pino) debe ser por precaución. Aquí lo vemos subir para devorar un rayoncillo. De ahí que yo piense que la madre puede estar cerca, aunque no aparezca en las imágenes.
Hay madres que son más listas que otras, es decir, hay madres muy tontas. Dando un ganchito en mi casa, no hace mucho, estuve yo defendiendo a dos rayones de los perros. Eran dos “poenquillos” andaluces, de estos chicos, muy buenos. Si no es por mí, se comen a los rayones. La madre apareció al rato, con los mismos dos rayones entre sus patas y la dejé pasar. Tuve que volver a echar a los perrillos para atrás. Al final, entre unas cosas y otras y con este trajín, se me coló un cochino.
En otra ocasión, a las tantas, se me acercó un cochino de poco más de arroba y media, y me estuvo oliendo las botas. Yo sentado en mi puesto, con el rifle en la mano, y el cochinillo oliéndome las botas. Ni me moví. Esto es porque no han tenido madre que les enseñe el peligro que todo esto conlleva. Son madres tontas que ni saben enseñar ni defender a los suyos.
Yo creo que estas fotos (excepcionales, por cierto) pueden ser el reflejo de lo que os cuento.
Enhorabuena, PIP’S, por las fotos, y muchas gracias por compartirlas.