¡Que bueno, Pablo!
A mi, hace un año, haciendo una espera con el arco, desde el suelo, sentado al paso a los pies de una encina, veo una piara pasar a unos 10m, La cochina Guia ve mi bulto y se para. No era muy grande, unos 70kg le calculé. Protocolo de olor a rajatabla. Empieza a tomar aires y se viene despacito para mí. Yo quieto como una estátua y pasándomelo pipa. 8m parada, toma aire..... no me saca, avanza otro par de metros, se vuelve a parar, me mira, toma aires.... avanza otros dos metrillos, se para.... y cuando la tenía a metro y medio le digo ¡AAAAAAAAAAHIIII TE PILLË!
¡Menudo salto pegó para atrás(menos mal) si se llega a acercar más o a intentar arrollarme, estaba preparado para darle con la bota e intentar pararla, aunque no se si hubiese srvido de mucho y el revolcón estaba casi asegurado
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El Pasado Noviembre, me pasó otra...
Me llevo a mi hijo a ver si tiraba un marranete. Aunque con rifle, ya tengo la manía del protocolo de olor y los dos íbamos oliendo a...nada.
No entró nada y ya a la vuelta, llegando al coche, me pregunta mi hijo si podíamos llevar el rifle, aunque descargado, pero a mano en el coche por si veíamos algo antes de salir de la finca. Evidentemente, aproveché el momento para darle una lección sobre normativa y seguridad y le dije que de eso nada, que el rifle en el coche tiene que ir siemptre descargado y en su funda.
Dicho y hecho, descargamos y enfundamos el rifle y lo dejamos e el maletero. En esto, mientras nos cambiabamos de ropa con el maletero abierto, guardabdo la ropa sin olor en sus bolsas estancas, oigo un ruido y veo dos cochinos (no se si cochinas) parados en el carril a unos 20m de distancia. Como quería carne y que el chiquillo disparara, saqué el rifle de la funda con sumo cuidado, cogí una bala, pero al acerrojar, tomaron las de Villadiego.
¡Joé que faena, le digo al chaval, pero qué se le va a hacer...!
Nos montamos en el coche y empezamos a bajar desde la zona alta de la finca hacia la dehesa, se tardan unos 15min e íbamos comentando el suceso.
En esto, en mitad del llano, alumbro con el coche un guarro de estos de antología a no más de 40m hozando bajo una encina.
Freno el coche y nos lo quedamos mirando. El cochino a lo suyo como si nada... viendo que no se movía , echo el freno de mano, abro mi puerta, me bajo, me voy para el maletero. En esto el cochino levanta la cabeza y nos mira........ y vuelve a bajarla y sigue comiendo. Al abrir el maletero el guarro se viene para nosotros, con el jopo tieso, cruza (andando) por delante de los faros del coche y se para en el borde del monte a unos 10 m a la derecha del coche. Nos echa el último vistazo, nos sopla y se dá la vuelta enseñandonos dos guebos como un tambor ....
Cierro el maletero, me meto en el coche, miro a mi hijo y le digo---¡Ni se te ocurra abrir la boca!
En casi 18n años que llevo practicando el aguardo de manera intensivísima, jamás me había pasado algo parecido.
A los Fozzie, que estuvieron en el coto, les conté exactamente por donde me había cruzado el cochino....
¡La madre que lo parió!