Hace meses que puse en marcha un "cebadero para pájaros y pájaras" en el balcón de casa, por puro entretenimiento para cuando no pudiera salir al campo y por ver las especies de aves que pululan por el barrio. Les suministro de menú pan duro migado, alpiste y trigo, además de su correspondiente recipiente de barro lleno de agua para que beban y se bañen.
Hasta la fecha han acudido y acuden, docena larga de gorriones comunes, un herrerillo común, un carbonero común, un colirrojo tizón, alguna grajilla, una pareja de tórtolas turcas y la última visita es de un verderón. Tiempo atrás, una tarde también vi como se lanzaba llegando a posarse en la barandilla, un cernícalo primilla con intenciones no "sanas" para los gorriones que comían en ese momento que provocó la desbandada general.
De siempre me han gustado los pájaros y ahora, en estos tiempos de "confitamiento", acompañan mucho. Lo malo es que a alguno de ellos ya lo voy viendo, echándole mucha imaginación, como a un macareno de cien kilos...
Por Dios, que nos suelten pronto!!! Que también ya, y es lo peor. la vecina del segundo me parece que está buena, y no es así la cosa.
Seguiré informando... Sobre los pájaros sólo, se sobreentiende.