Una temporada entre unas cosas y otras no llena de problemas, entre el parón del covi y un tema personal que no viene a cuento pero que ya está resuelto la temporada estaba bajo mínimos, pero por fin anoche pude culminar un bonito lance.
2 esperas interesantes para recordar.
1ª Espera. La semana pasada y después de más de un mes comiendo todas las noches le hice una espera al que creía que era un buen animal que no dejaba pista alguna pero que me tenía ilusionado tras el parón que hemos tenido. La sorpresa fue ser un animal muy joven y que no había manera de asustarlo por más que le encendiera la linterna roja, es más, le quite el filtro rojo y con luz blanca más de lo mismo, no se iba ni con aguarrás, este levantaba la cabeza me miraba y seguía a lo suyo. La última idea fue intentar grabarlo con el móvil y a ver si con la luz del móvil conseguía asustarlo pero ni con esas. Dada la cercanía del tiradero y haciendo malabares con el rifle con una mano y móvil con la otra mano conseguí hacerle unos cuantos vídeos hasta que se acabó la cena y se marchó tan pancho. A día de hoy sigue entrando todos los días y sabiendo que no entra nada más le voy a dar un buen susto, posiblemente a finales de semana le daré una lección que no olvidará nunca y que posiblemente sin el saberlo le salvare la vida. Sin ninguna duda es carne de cañón en cualquier otro cebadero y la idea es hacerle una espera y pegarle un tiro a 2 o 3 palmos del morro para que coja miedo y que sepa que después de la luz viene el tiro, no lo hecho nunca pero esta vez por su bien lo voy a hacer.
2ª Espera. En otra ubicación me estaba entrando otro animal al que también le seguía la pista pero este era más esquivo, me marcó en un pino su tarjeta de visita pintaba bien y había que intentarlo, este comía en varios cebaderos y jugaba al escondite conmigo. 4 esperas le tuve que hacer, la primera ni me entere no apareció, las tres de la mañana y no dio la cara, las otras dos esperas las hice en un cebadero nuevo y tampoco dio la cara. Si iba donde no me ponía pero no sabía a qué hora se movía así que decidí ponerle un reloj casero para saber a qué hora entraba, fue ponerle el reloj y dejar de tomar el cebo, ese fue su gran error, me estaba dando ventaja pues ya sabía dónde me tenía que poner donde no estaba el reloj por supuesto. Entró a comer dos días seguidos jueves y viernes, la tercera noche sábado no comió solo me quito una piedra y se marchó, algo lo asustó el que no lo sé, pero algo me dijo que la noche del domingo volvería y así fue.
La noche del domingo me sentaba sobre las 9 y sabiendo cómo estaba la luna sabía que me entraría antes de asomar la luna y alumbrar esta la plaza, o en todo caso muy muy tarde cuando esta se escondiera, solo había que averiguarlo.
Se hicieron las 10 y media y oí un par de ruidos muy leves a unos 50 metros del cebadero era él. A las 11 y sin enterarme me tiro las piedras, estaba dentro de la plaza, cogí los prismáticos como siempre y estaba empezando a comer, iba solo, me pareció un buen candidato, así que deje los prismáticos y metí el bulto en el visor del rifle, le hice un toque de luz roja y fue visto y no visto desaparecio como un rayo.
Deje el rifle y volví a coger los prismáticos como era normal la plaza estaba vacía, me mantuve en esa posición sin moverme ni un milímetro, a los dos o tres minutos lo veo entrar muy despacio y lo oigo masticar el maíz, repetimos la operación, lo vuelvo a meter en el visor y le vuelvo a enchufar la luz, lo tenía de frente este levanta la cabeza y lo mismo arrea como si fuera el fin del mundo, no se quien fue más rápido si el en arrear o yo en apagar la luz, el caso es que joer esté ya no vuelve pensé.
Repetí la operación con los prismáticos y naturalmente la plaza estaba vacía, este ya no vuelve volví a pensar,pero me equivoque, este esta vez se tomó cinco o seis minutos en volver a dar la cara y entrar de nuevo a la plaza pero muy despacito, en ese momento me dije en voz baja enciendo o no enciendo, no encender era mala idea pues el animal comía de frente no me daba el costado y no era buena idea disparar sin saber dónde iba a ir el tiro no es mi estilo, encender una tercera vez pufffff me temblaban las piernas, sabía que no tendría más oportunidades pues el animal lo poco que lo vi me pareció decente y sabía que tendría que ser más rápido que él, no habría una cuarta vez de eso estaba seguro.
A la tercera va la vencida pensé, me concentré todo lo que puede uno concentrarse y le encendí por última vez, el animal reaccionó igual que siempre tenía el miedo en el cuerpo pero yo esta vez ya estaba súper preparado y le dispare entre los ojos, este cayó sobre su sombra puffffff por fin.
Bravo rival que me dio juego y que aun no termino de digerir su comportamiento, quizás el encender y apagar el animal aunque nervioso le pudo su codicia, te costo caro amigo, 67 kilos y 5 centímetros con 2 milímetros fuera. Piloto no tuvo mucha faena esta noche solo pudo morderlo y por supuesto yo contento. La temporada empieza bien.
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JOSE, en Flickr
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Dos relatos esperas muy cortitas que espero os aigan gustado.
Un saludo.