Aunque no sea un jabalí, es caza con arco, os pongo por aquí una breve historia de una tarde post-borrasca.
Todavía con los restos de nieve de Filomena salimos a recechar corzas, una tarea imprescindible de gestión en cualquier coto. Una tarde fría, la nieve no deja que la temperatura aumente, las ombrías estaban prácticamente intransitables.
Buscamos una a la que poderle entrar por algún sitio donde el terreno ya no esté cubierto por aquel manto blanco. Divisamos tres y me intento aproximar a ellas. Poco a poco logro ponerme a 38 m, me planto ahí, están tranquilas. Tenso el arco, mido, apunto.. se gira y me obliga a destensar, los nervios aumentan. Se vuelve a poner a tiro! Es mi momento. Tenso y.. disparo.
Creo que le he dado, pero no estoy seguro, han salido corriendo. Buscamos la flecha o algo que confirme mi sospecha. Vemos unas minúsculas gotas de sangre pero se ha hecho de noche. Seguimos su trayectoria, se ha metido en una zona con nieve, ahí será fácil ver la sangre. Bingo! La nieve coloreada nos guía hasta ella, nunca había sido tan fácil seguir el rastro.
“Filomena”, así bautizamos a esta corza. Al menos nos queda un bonito recuerdo de esta problemática borrasca.
Después de hacer alguna foto, la guardé, con este frío la carne no se iba a poner mala, al día siguiente tenía tiempo suficiente para poder limpiarla.
Os dejo el instagram donde voy subiendo alguna cosilla de mi caza con arco:
https://www.instagram.com/bow_hunter_brothers/Buen día y salud, compañeros!