Hola a todos los foreros, voy a escribir sobre las armas que he tenido y tengo, y mis experiencias con ellas, intentando simular lo escrito por el compañero Lobaco, aunque me temo que yo no redacto tan bien.
Yo nací en un pueblo cercano a Valencia y me he pasado los fines de semana y las vacaciones en el campo, en Valencia también, por lo que se puede decir que me he criado en él. Empecé, como casi todos, con los rifles de balines, de los que he tenido dos. Han sido dos Cometa, el último que todavía conservo y lo utilizo (tiene 35 años), pues “rececho” cigarras, que en verano me resultan molestas y acentúan la sensación de calor que por aquí sufrimos. Lo complicado no es darles, es verlas, pero después de tantos años ya me resulta sencillo.
Con los rifles de balines llegue a adquirir una pericia nada despreciable, y mis presas solían ser lagartijas, gorriones, estorninos que anidaban en el tejado del vecino (llegando a tener que limpiarle el tejado en una ocasión), hasta llegué a darle a una culebra corriendo, lance que recuerdo especialmente por su dificultad.
A los 18 años, heredé una escopeta plana, de mi abuelo, una Jabalí, de pletina completa, con cañones largos de acero inglés Schilling, que todavía conservo y con la que hice mis primeros pinitos.
Como era estudiante, me costeaba la caza dando clases particulares, pero con mis ahorros pude comprarme al año una escopeta repetidora, una Benelli SL 121, usada, con cañón de 3 estrellas, y dedicarme a la caza de zorzales que fue mi pasión durante muchos años y especialidad con la que adquirí una considerable maestría, hasta que unas experiencias desagradables en el monte me hicieron abandonar la caza durante más de 10 años. Esta escopeta la conserve 24 años más, hasta que la vendí hace unos años y la cambié por una escopeta superpuesta Laurona, de caza, ligera y que me permitiera tirar al plato de vez en cuando con los amigos. Todavía la conservo.
Los Rifles:
Mi primer rifle fue un Marlin, calibre 30-30, cañón de 24”, modelo 336A, con el que disparar era una autentica delicia. Le monte varios sistemas de puntería, y con el que hice mi primer doblete en esperas. Este rifle, para mí, fue una mejoría increíble porque superaba en mucho a la escopeta. Lo utilicé en esperas y batidas, pero como he comentado en otro hilo, resulto ser un calibre insuficiente, aunque llegue a abatir algún cochino a distancias al límite para él, lance exitoso que atribuyo a la suerte. Pretendía pasárselo al mayor de mis hijos, pero creo que la caza no le gusta. No he conseguido que me acompañe nunca de espera (¡que frustración!). Lo vendí no hace mucho, era precioso.
Como me gustaban los rifles de palanca, adquirí un Marlin 444 nuevo, le monte un visor holográfico, Bushnell Holosight de tercera generación y un visor Sutter de campana 56 para las esperas. Esto ya era otra cosa, Mi mejor trofeo lo abatí con él, 22 cms de navaja, un año detrás de él. Un exitazo, (lo que aprendí de él). Lo utilice en batidas y en esperas. Para batidas en tiraderos cerrados todavía me lo llevo y lo utilizo con miras abiertas, le puse una palanca Big Loop para dotarlo de mayor rapidez en la recarga. En el armero está. He de confesar que las batidas me dan un poco de miedo. Los puestos de espera que solía tener estaban a menos de 50 metros del cebadero y el 444 para eso, era sencillamente bestial.
Al poco adquirí un Remington 7400, calibre 30.06, para ir a alguna montería y también lo utilicé en esperas, permitiéndome colocar el cebadero mucho más lejos. Lo vendí junto con el 30-30, pesaba demasiado y ya tenía por aquel entonces otro rifle del 30.06.
Posteriormente compre un rifle, que para mí es una joya, espartano, preciso, pero con el inconveniente de ser excesivamente pesado. Es un Ceska 550, calibre 30.06, con un visor Khales Helia C con retícula iluminada y campana 50. Lo compre para recechar cabras, corzos y demás. Nunca lo he llegado a utilizar en espera. Me gustan las armas sencillas, sin adornos, sin personalizar demasiado. Las considero herramientas, y esta lo es y muy buena, según mi opinión. Todavía lo conservo y creo que lo conservaré mucho tiempo.
A continuación adquirí un Remington 7400, calibre 35 whelen, sintético, mucho más ligero que el otro en 30.06. Es el que utilizo actualmente en esperas y las batidas y monterías a las que escasamente voy. Es un calibre demoledor. Mis únicos tres fallos a reses han sido con él. Hasta ese momento, nunca había fallado un lance. Fueron fruto de una incorrecta puesta a tiro del visor y del holográfico, todos en cascada. Soy tirador de pocos disparos e intento cazar sólo la pieza que deseo, aseguro mucho el disparo y quizá es porque intento cazar el trofeo, la escasez de lances y por tanto también de errores.
Mi última adquisición es un Remington 700 ADL, calibre 270W, sintético, cañón de 24”, visor con anillas fijas Meopta Meostar R1, 3-10x50, para recechos, especialmente de montaña y alta montaña. Este equipo sí que es ligero, preciso y como el Ceska es una buena herramienta.
También tengo dos rifles del 22, para practicar, cazar urracas, que por aquí donde vivo hay una plaga, algún conejo (también plaga), etc. Uno de ellos es un Ceska 513 de cerrojo, y el otro es un Anschutz 520, semiautomático, con cañón de 24”, ambos bastante precisos, más que yo.
Espero no haber dado demasiado la lata, y que me conozcáis a través de las armas que tengo y he tenido.