Hacia un mes desde que le habia visto la pista redonda y con las puntas romas, en el rascadero de la piedra grande donde iba a aliviarse del picor en los testiculos. Cebadero de barril y paciencia hasta que lo tomara, cuando lo hizo y por si acaso se lo complementé con un cebadero de piedras que al final era lo que iba a tomar de seguido.
Primera espera con aire cambiante, buena luna y muchas ganas. Anochece y el revoleo del aire me hace presagiar lo que al final fue. A mis pies el perro me marca la presencia de algo a mi derecha , no se ve nada porque la luna todavia no ha salido asi que toca esperar y rezar. El cambio de direccion de la brisa me desarma, ya sabe donde estoy el muy ........ asi que vuelta a casa.
Segunda espera sin repetir sitio, por la pista se que baja por una alambrada donde hay tres gateras casi seguidas. Me coloco en la tercera con la esperanza de verlo incluso si no cruza la alamabrada y pasa de cebadero dejandolo para zamparse el maiz por la mañana, ni ver ni oir ni nada.
Visto el panorama, a cerrar dos gateras dejando una tan solo. El cambio le sienta bien y eso que era arriesgado, pero me garantizo la entrada a comer desde un lado solo por la gestion de los aires y el puesto. Ya solo esperar el dia apropiado mientras se pica al cebadero mas seguido.
El dia elegido llega, fijo el aire y lloviznando me hace presagiar una entrada temprana si todo se daba bien porque lleva entrando tres dias seguidos. Se deja maiz asi que es él, al dia siguiente tan solo tapar lo que se deja con piedras sin poner mas comida. Una zorra se deja ver al trote y mientras miro y remiro al rato veo que un bulto negro se acerca alambrada abajo.
Ahi esta, lo observo repararse en la gatera y se esta 5 minutos de reloj parado escuchando. No hay prisa, son las 8 menos veinticinco y disfruto viendo sus evoluciones sin querer disparar porque no es la primera vez que un alambre hace errar un disparo. Se arranca y cruza dando un abarco en media luna buscando lo mas sucio, al llegar al cebadero alumbro y miro por el visor, caguen la leche que no veo nada ...esta todo turbio como si alumbraras a la niebla. Esto son las gotas de agua en el cañon que brillan y repele la luz al visor, el guarro come ya a unos 70 metros y me dedico a limpiar cañon. Vuelvo a alumbrar y nada, todo sigue igual de turbio cuando lo observo a simple vista perfectamente comer asi que desmonto la linterna del visor con cuidado para alumbrar por separado, otra solucion no se me ocurre y me empiezo a desesperar.
¡A que se me va el guarro sin tirar! ¡Que coño pasa! . El jabali ya se ha hartado de cebadero, el posible ruido que pudiera hacer desmontando la linterna se ha tapado con el mascujeo del maiz en su boca. Lo veo trasponer y hago una ultima intentona de apuntar a 90 metros mas o menos y de repente ¡se hace la luz! , lo veo clarisimamente por el visor mas lejos que antes aunque atravesado mientras anda al paso, no me paro a pensar que ha pasado con la luz y el visor. Es ahora o nunca, al disparo cae redondo con el 270, respiro profundo y miro el reloj otra vez, las 9.
Al levantarme y encender la linterna de cabeza veo algo a mis pies, vaya tela..........el cleenex que le puse al visor para que no se mojara con la lluvia nada mas empezar la espera. Ni acordarme de quitarlo, se ha caido el solito en el ultimo momento de tanto trajinar con el rifle y la linterna.
¿Mira que si se va sin tirar por el dichoso cleenex y mi despiste?
Foto de la misma noche:
Al dia siguiente:
Trofeo culinario del jabali, somos gente eficiente: