Aquí lo teneís unas fotos de mi promesa perruna. Ya sé que es feo de cojones pero que le vamos ha hacer, nadie es perfecto.

Hasta ahora no ha hecho más trabajo que dar por saco por las noches, luego el que pasa sueño soy yo porque él ya veís como se lo monta.

Y encima cuenta con la simpatía de mi vástago y la protección de mi señora que está con él que no respira el perro sin que le eche el ojo encima.

Aquí en el pueblo dando sus primeros pasos tras el conejo futbolista, no corre na el conejo cuando el cachorro se le acerca, huele a depredador como yo.

Joder y lo largo que es el gachó, más que un día sin pan, no se yo si me cabra al remate en la jaula transportin artesanal que le he preparado.
En fin que no, que no convenzo a nadie lo sé, es precioso y no lo cambio ni por un saco de billetes de quinientos de esos que se llevan los chorizos a Suiza.
Saludos babosos, se cae la baba pero tengo más.