Yo siempre digo que una foto del con el animal abatido es un recuerdo, pero si tenemos la suerte, en el caso del jabalí, que tenga unas defensas aceptables, podemos optar por preparar esos colmillos en una tabla, de esta manera, cada vez que la veamos, nos vendrá a la mente el lance que tuvimos con él.
En este punto, se nos presentan dos opciones, la más rápida y como decimos por mi tierra, "más descansá", es llevar el trofeo al taxidermista. La otra, es montar nosotros mismos esos colmillos de ese jabalí que hemos abatido. Os aseguro que es una doble satisfacción.
La manera como los monto, no tiene ningún secreto, ni es un dogma de fé, como dice el refrán "todos los caminos llevan a Roma". Eso sí, hasta que he podido hacer algo decente, he probado y probado materiales, herramientas, formas de hacerlos, etc, con lo cual, esta manera que os enseño es con la que he obtenido mejores resultados.
Me consta que los taxidermistas de hoy utilizan ya el acero para encasquillar, con la ventajas que ello conlleva. Sin embargo, el metal que usaremos en este manual será la alpaca.
MATERIALES- Tiras de alpaca de diferentes anchos, acordes a los colmillos.
- Varilla de soldadura de plata.
- Decapante para la soldadura.
- Soldador
- Diferentes alicates.
- Rotulador opcional.
- Pincel para poner el decapante.
- Hilo de alpaca.
- Plancha de alpaca
- Dremel.
- Disco abrasivo.
- Disco de tela para pulir.
- Pasta para pulir metales.
- Tijera corta chapa.
- Tablas o escudos redondos ´para colmillos de jabalí
- Chapita grabada.
Y por supuesto, nuestros colmillos
Seguro que se me olvida algo...
Si te atreves empezamos...
PARTE 1º: FABRICANDO LOS CASQUILLOSCogemos una tira de alpaca que vaya acorde al colmillo que vamos a encasquillar. En este caso estoy usando una tira con un ancho de 1 cm. pues las navajas son muy buenas.
Empezando por la parte de abajo del colmillo, la que irá en contacto con la tabla, vamos doblando la tira hasta coincidir con el inicio de la misma. Este punto lo marcaremos y nos valdrá de referencia para cortar la tira.
Una vez la hayamos cortado por ese punto, probaremos que se ajusta a nuestro colmillo y pasaremos a soldarla.
Para ello, lo mejor es sujetarla en un gato.
Antes de soldar, necesitamos poner decapante en la zona de unión con el pincel. No es necesario poner un pegote, con una simple pasada es suficiente.
El momento de la soldadura puede ser lo má complicado, pero con práctica pronto le cogeréis el tranquillo. Usaremos el hilo o varilla de estaño de plata conjuntamente con el soldador por supuesto. Primero calentar un poco la zona de contacto con el soplete hasta que el decapante empiece a burbujear, momento en el que debéis poner sobre la zona el extremo de la varilla de estaño plata que se derretirá y por capilaridad se extenderá por toda la zona en la que hayáis puesto decapante
Si todo os ha ido como ha de ser debe quedar una soldadura similar a esta.
Una vez soldado, comprobamos que se ajusta perfectamente a nuestro colmillo
Os recomiendo que hagáis una señal para saber en qué parte del casquillo va la tapa, no sería la primera vez que me pasa que al finalizar el casquillo lo he soldado por el otro lado haciéndolo inservible o también válido para su colmillo contrario.
Pasamos ahora a realizar la tapa del casquillo.
Yo uso una plancha de alpaca que voy cortando poco a poco según la necesidad.
Pongo el casquillo siempre con la marca hacia abajo y trazo el contorno con el rotulador.
Posteriormente lo recorto con la tijera de chapa. Al ser la alpaca un metal blando, podéis utilizar una tijera corriente, eso sí, no se la cogáis a la mujer porque excuso deciros lo "bien" que cortará luego y podéis crear un problema matrimonial
Antes de soldar la tapa, tengo la costumbre de rodear el casquillo con un hilo de alpaca o latón. La finalidad, es que cuando se suelde la tapa no se abra la tira, pues en la mayoría de ocasiones se os va a ir la primera soldadura, pero tranquilos que ya pondremos solución.
Una vez hecho esto, damos decapante a la tapa del casquillo en toda su extensión, así como en los bordes de la tira soldada.
Os dejo una foto en detalle de la tira para que lo veáis.
Colocamos la tira soldada junto con la tapa y colocamos dentro una pequeña cantidad de estaño plata que previamente hemos cortado. Se puede colocar la varilla y soldar como hicimos la primera soldadura, pero si no estáis prácticos con el tema mejor hacerlo así.
Ahora sólo queda darle soplete. Veremos que poco a poco se derrite el estaño y por capilaridad va recorriendo todo el borde de nuestro casquillo. Si por alguna circunstancia no sucede esto, incidir con el soplete en la zona donde no haya llegado la soldadura, ya que es porque le falta temperatura, o bien porque no le habéis puesto suficiente estaño. La solución en este caso es muy sencilla, colocar más estaño. En cualquier caso, todo el contorno del casquillo ha de estar estañado, de lo contrario se os crearían poros que afearían el resultado final.
Truco: Como véis utilizo una piedra como lugar de soldadura. Esta piedra aunque no se note está un poco inclinada con la finalidad que cuando se haga líquida la soldadura, el estaño baje por gravedad hacia la parte baja del casquillo. Para ello, colocad siempre el estaño en la parte más alta del mismo.
Os tiene que quedar una cosa parecida a esto
Posteriormente, le paso a los bordes la tijera de chapa, ajustándome lo máximo posible al borde, cuanto más quite ahora menos tendré que lijar después, además se corta fenomenal con este tipo de tijeras.
El resultado una vez recortado el casquillo.
Como dije antes, si se os ha derretido la primera soldadura como en la siguiente imagen, es el momento de volver a poner el casquillo en el gato, poner decapante y volver a soldar. os quedará perfecto.
En mi caso, como el casquillo es de una navaja y la unión va por debajo, el posible "fallo" no se verá, además en el posterior lijado quedará lo suficientemente bien como para no tener que volver a realizar otra vez esta soldadura.
Ahora ya tenemos nuestro casquillo en bruto, sólo os quedan por hacer 3 más.
En breve, la 2º parte del manual.
PARTE 2º: LIJADO Y PULIDO DE LOS CASQUILLOS