Pues anoche fui yo el que estuve de espera. Se trata de un puesto muy querencioso en el que les tengo puesto comida y una baña, por lo que en invierno es visitado de forma casual, pero en verano es muy visitado. Lo malo... que está muy cerca del cortijo por lo que en cuanto los fines de semana comienza a estar habitado en verano, es más difícil que lo tomen con asiduidad, de modo que es un puesto muy bueno pero de tiempo limitado al año. Sin más:
- La semana pasada voy a ver el cebadero y compruebo que el bidón que le había llenado de maíz, de esos amarrados con cadera a un árbol y agujeros (solo le tengo hechos 3), lo habían vaciado en menos de una semana. Así que lleno el bidón y preparo la charca para que tenga agua siempre. Mala suerte que el fin de semana estuvo la casa ocupada, pero como se que tienen un paso muy cerca y que la zona tiene muchos rastros de jabalís decido dejar que avance la semana y ponerme el jueves (ayer). Llegué a eso de las 9 de la tarde para prepararme y estar puesto a las 9:30 h y así lo hice. Compruebo que el bidón no lo han tocado, pero que unas piedras que hay al lado, bajo las que puse maíz sí las han movido ligeramente, así que como de todos modos ya estoy allí decido quedarme a disfrutar de la noche.
A las 22 horas, todavía de día escucho el aleteo de una paloma. No la he visto posarse, pero ya se que tengo vigía en los pinos de alrededor del cebadero. A eso de las 23 horas comienzo a escuchar ruido por mi derecha. El aire perfecto, así que bien. Inmediatamente la paloma... a volar, lo cual indica que ya los tengo cerca. Y tanto, se trata de una piara que viene como un tren de mercancías... sin remilgos. Sin precauciones ningunas llegan y se ponen a darle topetazos al bidón. Es de noche, sin luna y el cebadero lo tengo puesto bajo los pinos que le dan sombra, así que decido encender para valorar. Pero con cierto recelo porque me parece escuchar algún animal más moviéndose alrededor. Enciendo y allí está la piara de rayones y algún bermejo acompañado de una hembra con unas hechuras que si viene sola.... Apago y espero. Siguen moviéndose animales alrededor, así que mis nervios aumentan. Con más precauciones entran nuevos invitados al cebadero. Por su forma de compartir comida no deben ser sustancialmente diferentes en jerarquía a lo que ya hay en la plaza... pero bueno vamos a ver... enciendo. Dos nuevos invitados de tamaño muy similar a la madre de la piara están disfrutando del maíz. Que montón de cabezazos. Meto el máximo de aumento de mi visor, un modesto Bushnell Trophy 3-9x42 mm y no se aprecian ni claros pinceles ni morfología machuna. Más bien unas trompas largas que apuntan a posibles hembras ¿hermanadas? jóvenes y sin crias. Apago.
Son las 12 de la noche. Las hermanas se han marchado, pero la piara inicial sigue comiendo. Nuevo ruido. Algo se acerca careando y tomando vientos. Este sí puede ser el que se escuda en la piara. Tropel y comedero vacío. Unos pasos pausados, careando. La hembra riñe desde la distancia y no es a mí porque no le puedo estar dando el aire. Ya está en el bidón. Lo mueve con mucho más cuidado que sus congéneres. Lo dejo comer, enciendo y.... macho joven o al menos sin mucho cuerpo, supongo que unos 60 kg al que no se le aprecia boca con el visor.... pffff que decisión. Espero y apago. No sea el escudero. Al momento vuelve la piara y comparten mesa. Vaya festín se están dando.
Son las 12:30 h, por un momento el cebadero queda vacío, pero... ahora vienen por la izquierda, despacio, cargando aire... han entrado de nuevo, seguro que este sí... comienzan a comer por lo que enciendo. Veo un bulto considerable, a este le tiro, cuando... ¿que tiene entre las patas?... joder dos bermejos. Otra hembra con crias. Y ahora?, otra vez vuelve el macho joven a comer con ellas.... no tienen vergüenza.
Total que en estas me han tenido hasta las 2 de la mañana. Y me he venido sin tirar. Y alguno dirá... tanto rollo para después no rematar la faena? Pues sí, eso mismo pensé yo cuando me acosté. Pero después meditando, creo que he obrado bien. No les he puesto la cámara con lo que no se si hay algún bicho razonable. Por algunas huellas vistas podría serlo. He valorado cada uno de los animales que ha entrado, porque me lo han permitido porque vaya como han aguantado la luz, con lo que creo que he aprendido mucho. No se me ocurriría tirarle a ninguna madre con crías, por lo que el no haberme precipitado en el tiro de la que llevaba las crias bajo las patas me ha evitado un disgusto. He pasado una noche genial, desde que me puse hasta que me retiré a las 3 de la mañana entretenido. Y por supuesto, la esperanza nunca se pierde, no he hecho ruido inútil para no espantar a mi esperado macho en el caso de que exista. Ya le pondré la cámara y veré lo que se mueve por allí. Si no hay macho ni nada volveré a por un primalón o una cochina sin crías porque si no, no voy a ganar para maíz. Y además como dice mi mujer... con lo de buscar el guarro grande llevas más de 2 años sin matar un cochino.... y lleva razón.
Un saludo a todos.