Pues al mismo tiempo que nuestro compañero Fozzie con sus hijos y otro compañero, tiraban un cochino con arco y flecha, yo hacía otro tanto en mi coto, desde el treestand, un cochinete mediano que comía tranquilo y me dije... ¡este va a ser!....
Pero lo mío es de juzgado de guardia: no había nada de luna, abro el arco, le enciendo el led rojo, veo que el punto rojo está en el cochino ( la verdad es que con la adrenalina, no sé si estaba en el codillo, o un poco más trasero, pero encima del guarro seguro. Solté, ¡ Y no se encendió el puto lumenock,! ¡No ví donde fue la flecha! Lo que oí no me pareció impacto al suelo (hay mucha pierda en ese sitioo)y eso que el Lumenock era de los Güenos, no de la Chinería. Como había más cochinos comiendo el desbarajuste fue importante. No sé si le dí, pero después de tres cuartos de hora, me bajé y allí no había ni sangre, ni flecha ni guarro
.
Recogí y me fui al coche. Ese dia y como escepción había echado el rifle también, pues me había dicho el guarda que en algunas zonas de la finca, estaba echando de comer para reforzar el alimento de las reses, y pensé que podía ser una buena idea, acercarme a un alto que dominaba una de las zonas a ver si había algún cochino comiendo.
Mientras guardaba el arco y sacaba el rifle, la luna iba subiendo. cargué el rifle y me dispuse a darme un paseito hasta la zona que he mencionado.
Cuando iba llegando oí un ruido por mi derecha, me quedé clavado y vi dos cochinas co primalones, que por supuesto dejé pasar. Una vez que siguieron su camino sin haberme detectado, retomé el mío, y cuando llegué al alto, me asomé muy despacito.
Efectivamente, en la parte de abajo había una piara comiendo, y apartado de ellos unos 30m un cochino de buen porte. No era King Kong, pero era un buen cochino. Estaba en una sombra, a 110m lo apunté pero no lo veia bien. Veía el bulto pero no lo suficiente para arriesgarme a tirarlo, así que le encendí y disparé. Entre el ruido del tiro y el fogonazo, no vi su reacción y como la piara salió tambien corriendo, no sabía para donde había tirado.
El guarda al oir el tiro me llamó, le conté lo que había pasado y dijo que venía a echarme una mano. Cuando llegamos al tiro, había un buen roción de sangre en el sitio del tiro, y en dirección al rio una gota a 5m de la primera sangre y otra a otros cinco metros de la segunda. Nada más.
Pusimos aquello bocabajo buscando y Jara, aunque la ponía en la sangre, con tantísimo rastro de cochino, no sabía para donde ir.
Decdidí dormir allí y reanudar la busqueda por la mañana, a ver si encontraba algún restregón en las matas por los pasos del rio..
A la mñana siguiente, ni flecha, ni sangre ni cochino en el del arco, y solo las tres gotas de sangre del del rifle.
En fin, una noche que podría haber sido un exito, se convirtió en un desastre...
¡Que se le va a hacer!