Bueno, pues este finde me pasó lo que hacía años que no me pasaba de espera... se me fue un guarro pinchado y no fui capaz de cobrarlo... que rabia...
El viernes era el dia elegido para hacer la espera, llegué pronto al coto para tomar una cerveza antes de ponerme y me encontre con la sorpresa de que les acababan de descagar un camión de grano y tuve que echarles una mano a guardarlo... la broma nos costó 3 horas... Ya erán las 21:15 cuando terminamos y estuve apunto de abortar la idea de ponerme y dejarlo para el día después, pues tras ver las fotos de la cámara había comprobado que la noche anterior el guarro había entrado a las 21:50.
Al final, decidí ponerme ya que a mi amigo le hacía ilusión y al día siguiente el no podía quedarse. Deje el coche bien lejos del puesto y empecé a subir despacio intentando no hacer ningún ruido... Llegué al puesto a las 21:45 y nos sentamos a esperar... pese a que el puesto está en un balcón natural y que los guarros dificilmente hubieran oido nuestra entrada era muy tarde ya y no tenía yo muchas esperanzas.
A las 22:35 oí unos ruditos a mi derecha en lo alto de una ladera (el cebadero está metido en un barranco bastante "hondo"), era claramente un cochino... pero no hacía casi ruido cosa que me sorprendió porque estaba bajando por una auténtica pared y lo normal es que hubiera "metido" bastante más ruido. Siguió bajando y cuando le quedaban 50 metros para el cebadero se dejaron de oir ruidos... paro el poco viento que soplaba y la noche se quedó en silencio sepulcral... le hice un gesto a mi amigo para que no se moviera pues parecía que el bicho se había quedado quieto escuchando... pasaban los minutos y no se oía nada. Nosotros como estatuas... mi pierna izquierda completamente dormida me empezaba a doler... pero nada... media hora y seguía el silencio. En esos momento te empiezas a plantear si te has imaginado los ruidos... pero no, sabes que el cochino sigue allí, "observando" cualquier cosa anormal... Fue a las 23:15 cuando "nos ganamos su confianza" y volvío a moverse dirección al cebadero (ya lo oíamos debajo nuestro), pero no entró directo... dió dos vueltas completas al ruedo antes de entrar! A nosotros era imposible que nos cogiera porque estabamos muy altos y el ya estaba metido en el barranco, asique después de todas las comprobaciones lo oí mascar maiz.
Cogí el monocular nocturno y comprobé que estaba comiendo, quité el seguro e intenté localizarlo en el visor pero no se veía ni torta... tenía que encender la linterna si o si, pero esque no llegaba ni a adivinar la silueta con el Zeiss 2,5x10x50. Asi que no me quedó más remedio que quitarle todos los aumentos al visor y esperar a que mi amigo, que estaba mirando con el monocular nocturno me confirmara que estaba atravesado para poder encender. Cuando me dio el Ok encendí, metí la cruz en el tercio delantero y apreté el gatillo. Polvareda, carrera y silencio. Lo veía muy pequeño al estar a 2,5 aumentos y el tiro era muy vertical, pero yo lo tenía metido en la cruz.
Mi amigo me decía que lo había fallado, pero yo seguía pensando que si el bicho estaba metido en la cruz tenía que haberlo tocado. Cuando bajamos al tiro se confirmaron mis sospechas... había trozos de carne del tramaño de un garbanzo (como 5 o seis) y un par de astillas de hueso... Puse a la teckel en el tiro y en seguida cogió el rastro. A los diez metros sangre y más sangre. El ratro iba por el reguero del barranco hasta que de repente la perra salió del reguero hacia la izquierda, yo pensaba que lo había perdido, pero no, más sangre. El rastro iba siguiendo una trocha bastante marcada por lo que me dió la sensación de que el guarro iba bastante entero. El monte se empezaba a espesar y, como dormiamos en la finca decidimos esperar al amanecer para continuar el pisteo.
A las 6:45 de la mañana ya estaba tomando un café cuando de repente, boooom un trueno que parecía una bomba atómica anunció una tormenta que no duró más que cinco minutos pero que fué suficiente para borrar la sangre y desconcertar a la perra que no fué capaz de retomar el rastro.
Hacía años que no perdía un cochino de espera y me quedé muy fastidiado. Pero fue culpa mía... me gusta tirar con algo más de aumentos para colocar bien el tiro y esta vez tiré sin aumentos...
En fin, una pena...
PD: Adol, durante el lance me acordé mucho de tu post sobre lo "resabiados" que están los bichos. Este era un machete de unos 45/50kg y la faena que hizo el tio fue impresionante... Ese guarro lleva entrando un mes en ese cebadero y era la primera espera que hacía en él, y aun así tomó todo tipo de cautelas... Cada vez el reto es mayor!