Por si te sirve de consuelo Alcarrias,no eres el unico que la ha cagado.
De vuelta de una estupenda semana de caza por tierras manchegas con magnifica compañia,me traigo conmigo un nuevo fallo en mi ultima noche de espera.Pero no lo tomo como un fracaso,sino como una nueva leccion.La caza con arco,entraña tantas dificultades,que solo con que falle uno de los factores presentes en el lance,el resultado no es otro que un estrepitoso fallo.
Tres han sido las esperas en esta pasada semana.
La primera noche se saldo sin pena ni gloria,a pesar de que la zona de cebado se veia claramente tomada.Los caprichosos revocos del aire fueron los responsables.
La segunda noche,el cazador fue la presa,por entrar los jabalies,por el lado opuesto al que lo hacian habitualmente,como registraban las camaras y como habia observado el compañero la noche anterior estando apostado en otro puesto de este mismo cebadero.El viento en esa direccion y la Luna que comenzaba a despuntar en ese momento,delataron mi presencia en un punto que no era habitual que hubiese un bulto.
La ultima noche,el puesto era dificil por la distancia,que no por la presencia de jabalies,abundante y habitual.35-37 metros,nada mas y nada menos.Esa distancia paratirar con arco en noche cerrada tiene mucha miga y todo hacia presagiar lo peor.Sentado ya en el puesto,me sorprenden unas pocas gotas de lluvia despues de dias de calor sofocante.La lluvia apenas dura lo que tardo en volver a poner las tapas a los prismaticos y meterlos en la mochila.
El puesto es precioso,metido en la falda de una carrasca,a salvo de la claridad de la luna y con una ligera brisa que llega hasta mi cara desde el comedero.Los jabalies cumplen entrando al comedero a las doce y veinte,mas o menos por donde estaba previsto.Sin el menor miramiento,devoran el maiz con un ansia como pocas veces he visto.
El comedero esta situado en una carrasca con multiples brazos,tras los cuales se refugian los jabalies mientras engullen el maiz,sin abandonar la oscuridad de la sombra de la carrasca.Por mas que lo intento,es imposible distinguir su silueta con mis prismaticos.No queda otra que encender la luz.
La luz roja ilumina tenuemente el cebadero temiendo la espantada.Pero no ocurre nada.Los jabalies siguen comiendo sin hacer el menor caso,pero apenas puedo distinguirlos.Enciendo multiples veces mas,alternando la luz roja con la blanca,al tiempo que abro y cierro el arco infinidad de veces.
Que diferencia de comportamiento de los jabalies con los que suelo bregar habitualmente.
Despues de casi tres cuartos de hora comiendo y asegurarme de que no hay presencia de rayones en el comedero,finalmente decido soltar la flecha en el momento que sorprendo a uno de los primales en posicion favorable,aunque con poco convencimiento de acertar.Veo la estela del culatin luminoso que sigue la direccion correcta,pero el choque de la flecha sobre algo duro,disipa rapidamente cualquier esperanza de exito.
Cuando me dirijo al tiro,todo lo que encuentro es la flecha rota,imposible ya de reutilizar,una pluma y un trozo de culatin.
Estaba cantado.Muchos metros para tirar en total oscuridad y con el visor de pines y la linterna,con la que apenas distinguia a los jabalies.Pero he estado de caza aunque no haya abatido nada.
Al dia siguiente,encontramos otro trozo de flecha y la punta con el inserto al registrar la zona.Han vuelto a entrar despues del disparo.Pero lo mas increible,es que comprobamos por la camara,como mientras yo recogia los trastos antes de revisar el tiro,dos cochinas acompañadas de rayones,habian entrado al comedero.
Este ha sido el resultado de esta nueva expedicion,cuyo trofeo ha sido un buen puñado de buenos ratos de camaraderia con excelente compañia,el disfrute de un cazadero muy diferente al mio y una nueva leccion aprendida para el futuro.Seguimos con el aprendizaje.