Si que le tronza la columna algo trasero, como se ve la flecha vuela lenta y cae mucho; cada vez le voy quitando cuartos de vuelta a la potencia del arco y el tiro va alto a esa distancia.
El pobre era pequeño pero con el pataleo consigue ponerse sobre las patas y se va chillando para caer a unos metros.
Me cegó el ojo del tiro el monocular que uso para ver el claro y tiré con alguna dificultad. Hay que mirar por estos aparatos con el ojo que no se apunta.
Algunas veces las ganas de tirar que tenemos hacen que precipitemos el lance, esta vez no ha ido mal del todo... Ahora pienso que tenía que haber esperado un rato a encender la cámara y el monocular , alargar más la entrada, disfrutarla ya que no hay muchas, esperar por si el macho se animaba a volver...
La próxima vez será ahora que ya me desfogué.
Los perros tienen que morder caza ....y los cazadores también, de vez en cuando