Hola a todos,
No puedo estas mas contento, el sábado comiendo en casa con mi padre me dijo, cuando puedas prepárame una espera que últimamente me apetece probarlo...., dicho y hecho, le dije prepárate que el martes vamos. Fuimos a un puesto que coloqué hace un mes y medio, es un puesto al que solo he ido cada 15 días a rellenar el cebadero y ese mismo sábado por la mañana fui a rellenarlo y vi que estaba tomadísimo. Me lo estaba reservando para mi pero ante semejante petición ese sería el puesto.
Mi padre caza, y caza mucho, pero no le da a las esperas, el hace otro tipo de caza completamente distinta a lo nuestro y le apetecía probar. Alguna vez le había colocado en algún puesto pero nunca tuvo la paciencia suficiente para quedarse y en cuanto podía se volvía a casa...
Ayer era el día, fui a buscarle a su casa, fui con todos los bártulos preparados. Llegamos al puesto como a las 9.
A las 9.30 entró un corzo, estuvo ramoneando a escasos 10 meros de nosotros, era un corzo entero pero joven, le dejamos comer tranquilamente mientras nos recreábamos la vista y los sentidos. Me percaté que si podía estar tan quieto en el puesto como lo estaba yo, parecía que podría tener éxito la espera
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A las 10:30 empieza a decirme que ahí no entra nada...que si estamos tontos...que si tal...
le dije que deberíamos esperar un poco más.
Que desagradable, no estoy acostumbrado a hacer esperas con mosquitos, normalmente las hacía a 1.600 metros de altitud en la sierra y allí no hay mosquitos, pero en la zona nueva, joder, parece Asturias de lo verde que está, hay agua por todos lados y me pican tanto que parece que hasta atraviesan la ropa.
Las 10.40, el puesto está a la sombra, aunque hay mucha luna, está oscuro, pero me ha parecido ver una mancha negra acercándose al cebadero. Le digo a mi padre que está entrando uno, el también lo ha oído, le digo que tranquilo, que lo deje comer un poco, le oímos masticar el maíz, estamos a unos 40 metros. con los prismáticos veo que solo es uno, está un poco a la derecha del cebadero, está comiendo y no nos ha detectado, le digo a mi padre que si, que se prepare para tirarle, se encara el rifle sin ningún ruido. Me dice que no lo ve!!! le indico donde está, pero sigue sin verle, yo si lo veo, pero claro está es muy entendible yo tengo 30 años menos que él y si tuviera pelo también peinaría alguna cana, no te preocupes, le digo. Tal y como le había dicho, si hiciera falta tirar de linterna la encendería apuntando a la copa del árbol y luego bajaría hasta llegar al jabalí, y así hice, enchufé la linterna y se hizo de día, baje el chorro de luz hasta el jabalí y esos segundo antes del disparo me parecieron horas, el jabalí levanto el morro y aunque de costado giró la cabeza para buscarnos mi cerebro repetía por dentro TIRA TIRA TIRA COÑO!!!! y PUM. El guarro salió corriendo, pero iba tocado.
Nos acercamos al cebadero y pude ver el arreón, al poco encontré sangre en un árbol que había a unos 10 metros, manchaba alto y muy rojiza. Ahora hice lo que no se debe hacer, decidí que el primer guarro con mi padre de espera, lo encontraba, si o si. Luna al máximo de luz, por lo que ayudaba bastante y mi padre me decía que si le había apuntado bien, por lo que me decidí a buscarlo, además hoy miércoles tenia una reunión a las 10 y tenía que estar en la oficina si o si.
Iba encontrando gotitas cada 3 metros aprox, cada vez menos pero constantes, gotas muy pequeñas, mi padre con toda la razón del mundo me decía que lo dejara que ya iría el por la mañana (lo que hace el estar jubilado), pero no podía ser, quería encontrarlo pues quería culminar la noche de 10, sería mi primer jabalí de espera con mi padre.
A unos 150m del disparo y después de un buen rato de búsqueda pierdo la sangre, mas o menos intuyo por donde ha podido ir, pero no estoy seguro, no me empieza a gustar. Echo la luz hacia lo apretado y veo una roca entre unas matas, es una roca pero decido acercarme, SU P.... MADRE, es el jabalí, está metido en la mata, gira la cabeza e intenta levantarse. Lo remato y PUFFFF que alegría. Mi padre que se había quedado en la ultima sangre alucina, me echa la bronca (con razón) pero también se alegra un huevo.
Es un machete, no puede estar más contento, me reconoce que es de los jabalíes que mas le han gustado en su vida, que está feliz, no es un medalla de oro ni mucho menos, es un guarrete y ya está, pero que le va a poner en un lugar privilegiado de su "colección", pues lleva 42 años intentando cazar un jabalí donde lo hemos hecho y además juntos.