Es curioso que al pensar en los cochinos del pasado, los recuerdos no coinciden con las tablillas...
Por tablillas siempre podré "matar" uno más grande, sin embargo, lo que me he dado cuenta es que los que más regusto me dejan son esos cochinos, o cochinetes, que me tuvieron media hora sin moverme porqué me entraban por detrás, dándoles el aire, y a base de quietud y cerrar la boca para que no se me saliera el corazón, me pasaban a no más de dos o tres metros para terminar cumpliendo en el comedero, donde dieron su vida.
Recuerdo ese marrachón, 60 kiletes, que entró por el mismo camino que nosotros al puesto y se quedó diez minutos mirando al comedero, sin percatarse que, con el aire de cara y a escaso metro y medio, mi hijo y yo contemplábamos su trasero a distancia suficiente como para cogerle del rabo. Al dejarle cumplir, también fué la primera vez que vi como un cochino cogia un poco de maiz y se metía en el monte a mascar, lo que le hizo perder la vida a algún otro que usaba la misma táctica.
Sin duda, uno de los cochinos de mi vida... el primero que mató mi hijo Fozzie 3 y sin duda, si Dios quiere, lo será el que mate el futuro Fozzie 4 este año con su escopetilla...
Curioso, no he nombrado ninguno de mis tablillas.... pues entonces espero que el cochino de mi vida, con esa tablilla que me tenga que cambiar de casa para poder colgarla, entre como estos que he mencionado, para que pueda recordarlo en el futuro...