Estimado Sr. Camposolillo,
Este escrito suyo merece tres halagos:
Literario, por su prosa plena de castellano recio.
Venatorio, por su respeto a las faunas cervuna y hocicuda.
Personal, por el amor a los suyos que usted muestra y yo advierto.
Que no confunda mi brevedad. Su relato me parece extraordinario.