Llegué temprano esa tarde a la finca, como suelo hacer, con tiempo. Paré en la casa de José, el guarda, para echar un rato. Me recibió como siempre, cordial y risueño. Hablamos de todo un poco y me dijo que de mañana se le había muerto un verraco que estaba enfermo y lo había dejado en el muladar, para los carroñeros. Acabada la conversación y con el sol marchando a poniente, me despedí y marché al aguardo. Enfilé el camino de las naves de la explotación porcina y llegando a ellas vi jaleo. Había revuelo de buitres y al llegar a donde dejan los animales muertos, pude observar que muchos leonados se encontraban posados en espera de meter mano al marrano muerto. Algunos se espantaron al ver el coche pero muchos se quedaron sin asustarse. Detuve el coche y los contemplé un rato. Los pájaros más viejos, de plumaje claro, señalaban sus muchos años surcando el cielo. ''Qué haríamos sin ellos'', pensé y quitando el freno de mano continué por el polvoriento carril que me llevaría al cabecero del ribero. Después de preparar todo enfilé mis pasos al puesto de ''el camino'' y al llegar a él, me acomodé. La atardecida fue enseñoreándose y las sombras se hicieron dueñas del campo. Se hizo de noche y nada hacía pensar que el monte estuviera habitado. La luz de la luna llena lo bañaba todo y pensé en los buitres. No los había visto marcharse desde mi posición y me extrañaba que fueran a pasar la noche allí. Sobre la medianoche comenzaron a pasar con aletazos majestuosos hacia Monfragüe. No lo podía creer. Siempre escuché que necesitaban las corrientes térmicas para elevarse y no había visto ni escuchado nunca que volaran de noche. Pasaron varios y todos hacia allí, hacía el parque. Quizás algún zorro merodeando la carroña los hubiera espantado o simplemente decidieron que ya era tiempo de marchar a la buitrera. No lo sé. Esa noche no me entró ningún jabalí pero una vez más pude comprobar que merece estar en el campo por estas cosas y otras muchas que nos perderíamos estando en casa. La gente ''de asfalto'' nunca sabrá lo mucho que se están perdiendo o al menos eso es lo que creo.