No te falta razón cuando dices que tanto en los kg, como en el tamaño tendemos a exagerar la mayoría de los cazadores. Un animal adulto a la carrera, con una retaila de ladridos tras él y nuestra adrenalina a niveles máximos, al saltar al cortafuegos o cruzar el limpio se multiplica ante nuestros ojos. En los menesteres nocturnos, en mi caso, es dentro de mi cabeza es donde va creciendo día a día, al encontrarme su enorme huella, la altura de sus colmilladas en el tronco del pino marcado, o el barro seco incrustado a una altura superior a la de mi cintura... la imaginación vuela y de nuevo se hincha el gorrino y la palma de nuestra mano cada vez se aleja más del suelo indicando esa tamaño descomunal a los compañeros. Si algún día conseguimos tocarle las cedras con la mano, cuando mida entre los 80/ 90 cm. (igual en kg) ya estará bastante bien de tamaño, aunque esto suele ser las menos veces (lo de tocarlo digo). Las demás bestias que superan el metro y pico y los ciento nosecuantos kilogramos, las habrá, pero yo de cerca rara vez las veo.
saludos.