Afortunadamente la crisis está haciendo que mucho "cazador" que venía del ladrillo y que llenaban las matanzas (no se pueden llamar de otra forma) de cercones de cochinos vaya desapareciendo. Tios que no habían cogido un rifle en su puñetera vida, aparecían en las juntas con todo el catálogo del Corte Inglés puesto encima. Blaser nuevecito, Range Rover o Porche Cayenne en su defecto, sombrero de ala ancha, chaleco de cuero, botas de cuero relucientes con sus flecos colgando, barriga bien nutrida y un buen puro. Puestecitos de 6.000 Euracos para echar la mañana con secretaria/cargador como si de un ojeo de pérdiz se tratase. Siempre me ha hecho especial gracia los que se adornaban con zahones relucientes que no habían rozado una jara en su puta vida.
Las revistas de caza se poblaban de fotos con tapices en los que el 60% eran machos con tremendas bocas... todo muy natural (entiéndase la ironía). Afortunadamente cada vez se ven menos de esas aunque aun las hay...
Las famosas monterías de Iberdrola, por la zona de levante, donde entre 15 o 20 puestos abatían (no se si las siguen organizando) 200 cochinos en cercones de no más de 200 hectareas. Esto amigos mios, perdónenme, es como meterse en una cerca de cochinos ibéricos y soltar cuatro recobas para ponerse a pegar tiros a diestro y siniestro.
Como decía, si algo bueno tiene la crisis esque está despejando los montes de estos personajes que flaco favor han hecho al colectivo cazador en su conjunto. Mantener cercones de cochinos a base de pienso está empezando a no ser rentable a propietarios y orgánicos que ya no encuentran "clientes" a los que vender "monterías" de a 5.000 el puesto y poco a poco, con fortuna y irán desapareciendo. Esperemos que así sea...