Las noches que he pasado han sido encima de un arbol, y éste finde he probado en el suelo, sentado en una silla. Mucho más cómodo, éso si, mucho más intenso, me entraron al menos 6 cochinos pero la pena es que el viento estaba muy cambiante y cuando los tenía a unos 10-12 metros, entre el monte espeso, resoplaban y no se acercaban más, aunque tampoco se iban. Es una pasada escucharlos comer, rascarse incluso respirar.
Ahora, éso de verlos los ojos, todavia no lo he comprobado, los vereis con la luz de la luna, no?