Ayer me dieron la mala noticia, un mazazo, me acerqué con tres amigos de este foro al tanatorio a dar el pésame a su mujer, hija e hijos, no nos lo podíamos creer porque a pesar de su edad y sus "achaques" aún gozaba de muy buena salud y una cabeza prodigiosa. Tan solo hace veinte días estuve con él en su casa, me alegro muchisimo pues de esta manera he podido despedirme del gran amigo y maestro, cuando estabamos enfrascados en la conversación, como no de esperas y caza en general, me dijo "date la vuelta y mira lo que hay detrás de tu sillón" lo hice mientras se le reían los ojos, un rifle!!!!!!, un mauser 66 con madera hasta la boca, como a él y a mi nos gustan, "me lo acabo de comprar" me dijo y ahora el que se reía era yo, sacó de una bolsa que tenía su lado una caja que contenía un visor, me comentó que le había llegado esa misma mañana y añadió, "espero estrenarlo pronto", mi respuesta (con perdón) fue decirle ¡que huevos tienes José María!.
Ese era José María Baranda, maestro de maestro, amigo de sus amigos, cazador hasta la médula y sobre todo hombre cabal de los pies a la cabeza.
Esta tarde volveremos al tanatorio a despedirlo definitivamente.
Descansa en paza querido amigo y da recuerdos de mi parte al bueno de Alfredo y al inolvidable Oscar (Lobo)
Carlos Sepúlveda