PIKI, mi intervención en este caso no iba orientada a aspectos sanitarios, que en cierta forma también. En esta ocasión hablo de la ética del cazador o para decirlo mejor, de cómo entiendo la caza y de la forma que debe terminar, consumiendo al animal abatido. Matar y dejar la carne en el campo no puede ser aunque en algunas ocasiones, por determinadas circunstancias, tengamos que dejarla muy a nuestro pesar.
Lo que no puede ser y así lo expreso, es aquel que sólo busca colmillos abandonando siempre los cuerpos en el monte. Esto no se debe consentir y hay que recriminarle su conducta al que lo hace, que para colmo, suele ir por la vida de gran cazador porque sólo tira ''a los que tienen boca''.
Hay momentos de buscar al grande y momentos de buscar al chico,''a la chica'' mejor.
Una cochina nueva, del año, matada limpiamente y aviada como Dios manda, preparada su carne a fuego lento, bien condimentada, no sé, los colmillos de los macarenos me gustan mucho..., pero no se comen.