Esto se publica en el periodico La tribuna de Ciudad Real y en una pagina Web hermana
Incidente cinegético en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel
Quisiera poner en conocimiento de todos los cazadores la situación que se está produciendo actualmente en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Como cazador, sólo puedo expresar mi enérgica y rotunda indignación e intentar que tales actos salgan a la luz a través de los medios para que tenga la mayor repercusión posible.
Desde hace bastante tiempo la población de jabalí en el citado Parque Nacional ha ido aumentando exponencialmente hasta el punto de poder verlos frecuentemente a plena luz del día y sin ningún miedo al ser humano, con los problemas que ello pudiera tener. También han aumentado los accidentes de tráfico en las carreteras próximas al Parque causados por el atropello de uno o varios animales.
El método de capturas que utiliza el Parque para su control poblacional son las jaulas trampa que aparecen en las fotos, sirviéndose de atrayentes y cebo para su captura y, una vez dentro, poder acabar con ellos con un disparo a bocajarro. Pero no acaba aquí la cosa, el destino de los cuerpos de esos animales es una zanja excavada con maquinaria pesada como si se tratase de una fosa común sin ni siquiera molestarse en enterrarlos, algunos de los cuerpos metidos en sacos, con un olor insoportable en la zona por la putrefacción de los cuerpos, y con el peligro sanitario que conlleva.
Lo más gracioso de todo este asunto es que la dirección del Parque se niega a autorizarnos a nosotros los cazadores a ayudarles a poner remedio a esta peligrosa situación (salvo las contadas autorizaciones impuestas a dedo y los agentes medioambientales que son aficionados a la caza y tienen manga ancha para hacer esperas donde quieran). Como he dicho, una densidad tan alta de jabalí puede acabar con la aparición de enfermedades, y sobre todo acabar con el resto de especies —algunas protegidas y en peligro de extinción— del Parque, conocido por ser uno de los hábitats más importantes de nidificación y refugio de aves acuáticas de Europa. Este hecho es algo que viene sucediendo año tras año, pues bien es sabida la predilección de estos animales por los nidos de las aves.
No estamos hablando del exterminio del jabalí en el Parque, pues es un morador más de este incomparable lugar, sino de un control poblacional más exhaustivo que reduzca su población hasta unos niveles que no sean perjudiciales para el resto de las especies.
¿Es ético y seguro sacrificar a los animales en las condiciones en las que lo está haciendo la dirección del Parque? ¿Tan difícil les resultaría poder autorizar esperas en las zonas más problemáticas y con más daños? Ya se ha comprobado que la gestión de sus capturas en los últimos años no ha frenado el aumento de población de jabalí. ¿Tanto les costaría poder hacer los pertinentes análisis a los animales abatidos y donarlos a las personas sin recursos económicos? No hay que salir de nuestro pueblo para encontrar gente necesitada que no tiene ni para comer.
Son preguntas que espero que no queden en el tintero. Ya saben que nosotros (los cazadores) estamos dispuestos a ayudar en todo lo que sea necesario. Ya no solo porque la labor consista en realizar nuestra actividad preferida, sino porque con ello ayudamos a que el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, nuestro mayor orgullo, vuelva a ser el lugar idóneo para las aves y mamíferos que habitan (o habitaban) allí. Para que luego sigan diciendo que los cazadores no somos conservacionistas…
Matías Arroyo