A mi mejor amigo, le pasó la primera vez que vino a una espera, pero no exactamente eso.
Lo coloqué pegado a una alambrada vigilando la barrera de enfrente y el vallejo que tenía debajo. lo dejé allí con su rifle y me fui para mi puesto.
A las dos horas, oigo un tiro, y seguidamente otro. Como era su primera vez, le mande un mensaje para ver que había pasado y la respuesta era: "por favor , ven".
Cuando llegué, me lo econtré de pie, descompuesto y con los nudillos blancos de agarrar el rifle. Me alarmé un poco al verlo así, pues aunque era su primera espera, tiene unos cojones como el caballo de Espartero, no es un tio dificil de amilanar.
Le pregunté que qué coño había pasado y me dijo, que cuando aún no había salido la luna, estabamos en menguante, escuchó un cochino tomar los aires en la barrera de enfrente, que cogió nuestro rastro que hicimos para llegar al puesto al entrar y lo fue siguiendo como un teckel, resoplando al tomar los aires. En un momento dado lo vió y era enorme... se levantó de la silla ....el guarro siguió nuestro camino, enmontado y sin posibilidad de verlo, hasta que asomó por la coscoja que tapaba el puesto a menos de 1 metro de él.
En ese momento, decía que el corazón se le iba asalir por la boca.... le descerrajó un tiro a tenazón con la suerte, de que el cochino, en vez de arremeter contra él, corrió hacia abajo, momento en que le apuntó como pudo y le soltó el segundo tiro.
Estaba tan nervioso que no se había atrevido a moverse hasta que yo llegara. Descendimos n par de metros y empecé a ver sangre, y 30 metros más abajo... allí estaba. Un cochino de más de 100 kg y una boca de categoría.
¡No está mal para la primera vez, eh!
Desde entonces está envenenado con la locura lunática...
un Abrazo