En una solemne fiesta
vi en hábito de romero,
un montañés bravo y fiero
que era una bizarra testa,
y hubo muy pocos valientes
en el convite apacible
a quién el monstruo terrible
no le enseñara los dientes.
Yo, discurriendo, entendí
por su color tapeado,
que es este que os he contado
hijo de Java y de Alí.
Juan de Salinas (1562-1643)