Macareno, como se que eres aficionado a la apasionante caza de torcaces con cimbel, ahí va una poesía relacionada con el asunto: Grises y azules torcaces, lejanas del alto cielo, no voléis sobre esa encina, que hay cimbel y hay cimbelero, no la mates cazador, que yo conozco tu anhelo, que también fui cazador y fui también palomero... No tires!!! No la derribes!!! Oye, por favor, mi ruego... No es sólo matar al ave... Es que se interrumpe un vuelo!!!