Tengo un compañero de profesión, tirador olimpico de precisón, hoy clase F, creo, que fué olimpico por alla el año 92, que me comento una vez que el llegó a fundir puntas. El problema, me dijo, que residía en que el plomo puro era demasiado blando y se derretia por efecto del rozamiento con el cañón, además del incremento de temperatura instantaneo por la acción de la explosión de la polvora y al final disminuia la precisión porque resbalaban las puntas por la estria. Me comento que endurecia el plomo haciendo una aleación con antimonio (creo recordar), pero que le costo conseguirlo, y de esta forma, el proyectil era mucho mas preciso.