El pasado lunes decidi acercarme al coto. Habia estado repasando camaras y tenia claro que en uno de los cebaderos entraba un guarro solitario que parecia tener buen tamaño. La foto no era buena pero suficiente como para decidirme a acercarme. En el otro cebadeto algo esta entrando y no muy tarde, pero la camara falla y las fotos salen veladas. Lo que sea dura poco en el cebadero, poque la maquina duspara solo 2 o 3 veces.
Yendo hacia el coto se lo digo con mucha seguridad a mi compañero de aguardos: lo tengo muy claro, voy a colocarme en el puesto de arriba, en la umbria, entra un guarro solitario.
Al entrar al coto pasamos muy cerca del cebadero de abajo por lo que pare para ver la maquina. Como no voy a ponerme en el no importa mucho pisar.
Habia puesto posicion de video para ver si asi captaba la imagen del visitante y ¡vualà! Habia funcionado y habia grabado dos minivideos. El guarro parece grande pero permane muy oculto en las dos tomas. El horario una incognita porque en el video no graba el dato.
Se me va toda la firmeza a hacer puñetas y despues de cavilar un rato decido quedarme en este puesto. Puede ser un gran error, pues he pisado en lado del cebadero y queda solo una hora para que anochezca, pero algo me dice que esta noche este es el sitio.
El puesto esta en el suel pero en un alto al sur del comedero. Estoy en una piedra a unos 30 metros de distancia y con un desnivel de unos 5 o 6 metros. Si el aire viniera del norte o del este lo meteria plnamente en el monte, que es de donde puede bajar el marrano. Pero esta noche no hay aire, todo lo mas se me refresca un poco la coronilla, por lo que echo un poco hacia el cebadero, pero con la diferencia de altura no me preocupa.
La temperatura es fresca, ya empezamos noviembre, pero aun no hace verdadero frio.
Mesituo en el puesto dispuesto a esperar el tiempo que sea necesario, pues la noche, de luna nueva, es espectacular. El manto de estrellas en estas noches oscuras es inigualable.
Tras una hora y media de espera, solo hace media hora que oscureció, escucho un ruido procedente de la izquierda del cebadero. Busco con el monocular y no veo nada. Vuelve a sonar. Ahora lo he distinguido perfectamente, es un castañeo de dientes. El señor esta advirtiendo su precencia en la zona. Tras un ratito, nuevo silencio.
Vuelvo a oir ruidos. Ahora claramente son pisadas y suenan debajo mio. Busco con el monocular y....ahi esta absolutamente imponente. Con mucha tranquilidad esta rodeando el cebadero. De repente me di cuenta que podia producir un desastre poque en su vuelta de examen se estaba encaminando hacia la zona de la camara y habia pasado muy poco tiempo desde que habia estado alli examinando el video.
Decidi rapidamente que habia que pasar a la accion. Cogí mi Sako 300 WM y di la luz.... maldicion, el guarro estaba de culo y un poco cejado. Decidi apuntarle al costado en direccion al codillo. Tomé aire y dejé que el disparo me sorprendiera....
Volvì a iluminar y el guarro no estaba el stio pero le habia escuchado prrfectamente como se dirigia a una barranquera proxima y pateaba.
Esperé un rato y baje a la zona a pistear. El restro de sangre era impresionante, tanto que hasta un daltonico como yo no tardé en descubrirlo. Lo seguí con cuidado y tal y como sospechaba lo encontré al asomarme a la barranquera. Se trataba de un macho de unos 90 kilos con muy poca boca, pero lo suficiente como para recordar una noche de todos los santos espectacular.