El jueves pasado estuve de aguardo. Por fin se alinearon todos los astros (mujer, trabajo, clima, accesos al puesto, etc...) que posibilitaron que subiera al puesto de arriba a tentar la suerte.
La camara no estaba funcionando, pero poco me importaba poque con las blanduras del terreno habia un señorito que habia dejado bien impresa su huella. Calcule que debia ser como un ternero por el tamaño de huella y profundidad. Como clavaba las uñas!!
A las 17:15 ya estaba en mi sitio. Una piedra plana a unos 90 metros del cebadero y con un desnivlel de unos 20 o 25 metros.
Tan pronto como oscureció empezó a haber ambiente... la no che prometia. Habia algo mas de media luna y el tiempo estaba fresco, pero no frio. Y la imaginacion al poder...
Entre pequeños chasquidos de ramas y cantos rodados, amen de algun sobresalto por el ruido de mis propias tripas, iba transcurriendo el tiempo.
De pronto, unas amenazadoras nubes hicieron su presencia en una noche que era como de encargo. Eran lad 20:30 y la amenaza se hizo realidad; la media luna habia desaparecido detras de las nubes. Tocaba agudizar el oido.
Quince minutos mas tarde, en completo silencio, como caido del cielo, sonó debajo mia el inconfubdible sonido del mascar de grano... habia llegado el protagonista.
Con el monocular nocturno estuve un rato observandolo. Parecia grande, y estaba solo, pero no podia apreciar mucho mas. Decidi que era un buen macho y pase a la accion. Apuntè mi R8 calibre 300 WM, encendi la linterna y envie una buena pildora detras de su oreja. Cayó como un saco de patatas.
A continuacion envie un mensaje a mi compañero de aventuras cinegeticas y me dispuse a esperar comiendome el bocata que me habia llevado para la ocasion.
Termine el bocata y baje al cebadero. Cuando llegue al guarro me quedé boquiabierto. El gran desnivel habia hecho que pensara que era sencillamente un buen guarro, pero lo que tenia delante era un bicho de mas de 100 kilos. La boca justita, no mas de 4 cms fuera, pero el guarro era como un oso!!