He cazado varios años corzos en cotos de monte en los que no había siembra. Es la leche, pero no para el gusto de todos. Te pasas días y días sin verlos, a veces los oyes o los ves un instante antes de desaparecer, pero poco a poco los vas situando y aprendiendo. Recuerdo que los esperaba en puntos de agua, charcos en caminos donde veía huellas, pasos, etc. Recechaba por la mañana, almorzaba algo y me ponía en el agua. Entran en cualquier momento.
Si hubiera ido con arco, los resultados habrían sido parecidos. Me hice con dos a unos 10 metros, otro 20m,.... en fin, ármate de paciencia, camúflate bien, zapatillas silenciosas en vez de vibran y a jugar.