Desde hace un tiempo a esta parte, la mayoría de los cochinos decentes que cobramos tienen la boca destrozada.
Antes pensaba que era fruto de la casualidad, pero de un tiempo a esta parte estoy empezando a creer que hay algo más.
La comarca donde cazo es principalmente ganadera, con abundantes minifundios entremezclados con latifundios. Todos, tanto los minifundios, como los latifundios están vallados, principalmente con alambradas metálicas, incluso muchos de los cercados antiguos de piedra, en su parte superior, están suplementados con alguna línea de alambre. El tipo de terreno es de abundante piedra, sin llegar a ser pedregales, pero si que predomina, y es constante en cualquier tipo de terreno.
Creo desde hace mucho tiempo, por mi experiencia, que la mayoría de los cochinos adultos machos que cazamos no se crían aquí. Por las características del terreno, el verano es duro, y hay poco alimento, en cambio el otoño- invierno es abundante en recursos y muy favorable para su comodidad. En cuanto el calor aprieta, se produce una “pseudo-migración” de cochinos hacia zonas más favorables. Siendo a la inversa en cuanto caen las primeras bellotas y el termómetro empieza a bajar. Yo opino, que en esta época las piaras arrastran a los machos con ellas, llegando a nuestras zonas de caza cochinos importantes que sabe Dios donde se habrán criado.
La presión cinegética es grande.
Observo además, que la mayoría de los cochinos con la boca rota, tienen los colmillos partidos de no hace demasiado tiempo y me pregunto por qué es así.
Será por mala genética.
Por la pobre alimentación y la forma de alimentarse moviendo muchas piedras.
Por los tiros.
Por las alambradas.
Qué opináis?
Se que los cochinos se parten con facilidad los colmillos en las peleas. Clavan el colmillo en el escudo del contrincante y al hacer palanca se los rompen, pero en este caso, yo estoy empezando a creer que las alambradas tienen mucho que ver. Un cochino aquí, en una noche, atraviesa muchas alambradas en su careo normal, y me da que en cuanto los colmillos son lo suficientemente largos, antes o después se les quedan enganchados en alguna, rompiéndoselos en la brega para soltarse.