QUATER, Doctor en Medicina y Cirugía y Especialista en Endocrinología, deja claro, a la sazón, las diferencias entre la carne de caza y monte (libre de colesterol, de ponzoñas químicas, etc, cuanto menos estabulada esté esa caza) y la que compramos para consumo procedente del matadero. Lo suyo es pura información. E información científica que hay que agradecer en lo que vale. Lo que pasa, y por eso entiendo perfectamente a nuestro LOBACO, es que nuestros enemigos, aunque no nos lo creamos, logran incluso confundirnos a nosotros mismos y alarmarnos mucho más allá de lo tolerable, en su oculto (ya no tan oculto últimamente) afán de erradicar nuestra práctica favorita. Pongo un ejemplo que todo el mundo entenderá: ...las cañerías siempre han sido de plomo. ¿Se ha envenenado alguien?. Cuántas y cuántas generaciones se habrían ido al carajo con la corrosión que el agua ejerce sobre todo por lo que pasa?... Pararos a pensarlo.