HOLA COMPAÑEROS:
Bueno,por fin me han arreglado el coche, el viernes 25,lo que me izo apresurarme para subir hacer una espera a la que me acompañaba mi hijo, como siempre
llegamos ala finca sobre las 18'00 hrs. Primero entramos a un cebadero que tengo hecho hace ya tres meses el cual esta muy tomado y no hemos hecho todavía ninguna espera.
Bueno, lo repusimos, sustituimos la tarjeta de la trail y ojeamos un poquito la zona para detectar nuevos elementos.
a las 18'30 nos dirigimos al cebadero donde vamos a ejecutar la espera, dejemos el coche arriba en la casa de madera, nos equipamos, bajamos la perrita y nos dirigimos hacia la torreta, andamos sigilosamente fijándonos en los hociqueos y marcas del trayecto poniéndole mucha atención a (DÚNIA) la perrita, que con su ir y venir de un lado a otro resoplando y su vaivén de cola hace que se nos caiga la baba, llegamos a la torreta donde extremamos la precaución,
mientras, subo yo primero para abrir el candado y abrir la puerta, seguidamente vuelvo a bajar para coger la perrita y subirla, y por ultimo mi hijo.
Nos emparejamos, sacamos los avíos, y la hora del bocata nuestra merienda cena, mi botella de vino que ya apetece con el fresquito, y como siempre,
parece que nos arranca un pedacito de corazón, con la mirada girando leve mente la cabeza y emitiendo un leve sonido como diciéndonos dame un poquito jijijiji
(NO PODEMOS RESISTIRNOS) Y entre bocado y bocado otro para ella. Entre una cosa y otra nos hemos metido ya en las 19'45 aproximadamente, el tiempo pasaba lentamente, yo me dedico a perfilar pequeños detalles que me puedan ayudar a entender un poco la reacción de los animales, como por ejemplo la situación de las piedras la posición del bidón y las entradas de tierra mas frescas para intentar imaginar por donde van a entrar en caso de que lo hagan, todo esto con los prismáticos, y verdadera mente esta tomado.
Parece que de momento todo apunta bien, y mientras la forma de pasar el tiempo del chaval es lo típico de esta generación con su móvil ,
(sin sonido claro) y guaseándose con sus coleguitas, sobre las 20'30, empezando a oscurecer, se lo hago apagar y le desvió su atención explicándole la situación a seguir en caso de entrar un marrano, algo que hago frecuentemente para inculcarle el respeto que debe tener al arma, como debe cogerla ya que esta oscuro y debe tener cuidado no dar ningún golpecito, que no debe poner el dedo en el gatillo, quitar el seguro con los dos dedos para que no haga "clit"
aguantar la respiración antes de disparar, apretar lentamente el gatillo y no de golpe porque sino se le ira el tiro alto. En fin una serie de cosas que creo que debo de inculcarle, a la que el siempre responde (ya lose papa ya lose joderrrrr).
A todo esto nos metemos en las 21'30 ya en el silencio de la noche el primer chivato que rompe el silencio, nos ponemos en guardia y después de un rato perfilamos que era una liebre, llegamos hasta las 22'00 prestando atención por si se espantaba la liebre y de repente CHAF,CHAF ,CHAF hay están por fin, después de tanto tiempo entran a una hora curiosa.
Empieza la cuenta atrás, con señas le hago entender que no se mueva, que los deje que se confíen, ya que el viento nos daba de cara y no nos habían detectado
dejándolos unos 4 o 5 minutos comprendimos que eran hembras, dos grandes, una mediana y tres rayones, pero destacaba una entre ellas y era hora de romper el maleficio.
El chaval cogió el arma bien, se coloco, quito el seguro tal y como yo le había enseñado, se preparo, le sugerí a cual debía de tirarle, pero que a su juicio lo que el viera mejor. Pasaban los segundos como si fueran horas, yo le miraba, podía palpar su sudor, notaba como aguantaba la respiración y no llegaba al tiro, volvía a respirar,de repente le invadió el miedo. ¡Me gustaría estar en su cabeza para saber todo lo que se le esta pasando! aunque creo que lo que a todos la primera vez, se giro y me dijo, toma tira tu que yo no estoy seguro, a lo que le respondí que no, o tiras tu si quieres y si no pues no tires. Si fallas no pasa nada, yo también he fallado muchos, parece que le lleno de calma, se volvió a colocar, era un tiro no muy fácil para el, ya que era el primero y estaba a unos 70 metros. Entonces de repente (PUNNNN) disparó, ¡por fin! fue interminable y cayo. Apenas pego dos patadas el animal se quedo seco, me invadía la alegría como padre claro, me miro y le dije, no no, sigue apuntándole, pues es posible que pueda levantarse y marcharse herido pasado un rato, bien ya esta ese no levanta lo felicite y la sonrisa le llegaba de oreja a oreja. Cogió el teléfono y llamo a su madre contándole la experiencia vivida .
Le propuse irnos ya que era temprano y no lo pensó, quería ver su captura, lo estaba deseando, recogimos, bajamos y dejamos a la perrita que hiciera su papel aunque estaba en el cebo, pero para que no pierda la costumbre. Llegamos allí y era bastante grande, muy guapa, lastima que no fuera macho, pero bien, muy bien.
Hicimos las fotos correspondientes y en seguida empezó a mandar whatsapp, estaba que se salia y yo también.
Nos acostamos a las 3'30 y lo desperté a las 6'00 le hice saber que la caza no había acabado, eso solo era un descanso merecido, pero un descanso solo, ahora tocaba limpiar el animal, cortar la carne, coger las pruebas y llevarlas a analizar, que todo eso también pertenece a la caza. Así lo hicimos y lo lleve a almorzar con mis amigos y no paró de contar la historia, ellos le prestaban atención y el se llenaba de protagonismo y se sentía parte del grupo.
No habrá cosa mejor que un padre ver a su hijo con tanta ilusión y con tanta alegría, que me dejen este momento y me quiten todos los que he muerto.
MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA ATENCIÓN YO TAMBIÉN TENIA GANAS DE HACÉROSLO LLEGAR .
Por cierto, las fotos las coloco en su lugar correspondiente. Gracias.