Buenos chicos, llevo un tiempo desconectado del foro, pero no de la caza.
No voy todo lo que me gustaría...me imagino que no seré el único.
La noche del jueves fue como una más...a las 20.30 ya estaba puesto, dándome cuenta de que no era el día idóneo...viento demasiado fuerte contra mi cara, que aunque me venía prefecto no me dejaba escuchar mucho que digamos.
Un conejo me amenizaba la tarde/noche mientras se comía un trozo de pan duro que había esparcido esa misma mañana con la intención de que se lo comiera otro animal más grande y robusto, pero ahí estaba entreteniendome viendo como roia ese mendrugo tranquilamente.
No se si fue por ver al conejo comer o que ya era la hora, que me entró a mi también una gazuza que no pude aguantar más y me dispuse a cenar me "Mi bocadillo de jamon", ese que me sabe a noche de espera, a caza y muchas veces a desolación por no ver ni las moscas.
Algo me decía que hoy iba a ser diferente, sería ese conejo o sería el viento, no lo sé, pero dentro de mi algo me decía que estuviera atento, que hoy podría ser el día.
Seguía la noche, mientras soplaba un poco el viento, cuando de repente y como suele ser habitual...justo detrás del chaparro donde se guardan mis espaldas, escuchó el típico chasquido de madera vieja y seca que te vuelca el corazón y te dilata las pupilas.
"Ahí está"...me digo para mis adentros..de donde coño ha salido??
El viento y su prudencia no me dejo advertir que el muy truan me entraba por detrás y a mi derecha, cosa que me valió para que no me oliese en demasía y poco a poco y tras tres parones de breves segundos y unas cuantas olisqueadas al infinito, entró sin reparos hasta llegar al pan duro.
Agacha el morro, olisquea y a la boca.
El pan duro en su boca sonaba a trueno de tormenta, me sorprendió como en la noche y aun con viento, sonaban esos mordiscos al pan.
Me dispongo a darle una pequeña ráfaga de luz con la linterna roja, la aguanta bien, le doy un segundo golpe de luz más largo, sigue a su pan enfrascado y yo con el corazón en la boca.
Me dispongo a abrir el arco..coloco el kisser en la comisura, miro por el peep y el led del apex covert pro me indica que está preparado para hacer si trabajo, enciendo la luz..lo aguanto un poco en el tiempo para hacerme a la nueva situación lumínica y le colocó el led en el codillo.
El guarro mientras a lo suyo, totalmente terciado.. lo que viene siendo a huevo.."macho como lo falles vende el arco que esto no es lo tuyo".
Sólo nos separan escasos14 metros.
Me lo pienso un poco y decido tirarle 10 centímetros más atras para asegurame no fallarlo y "zas"...
La flecha vuela y veo el nocturnal apargarse en el cuerpo del animal, para volver a encenderse al salir.
El guarro arrea rompiendo monte y lo pierdo al instante, la flecha se queda sola dos metros más atrás.
Encendida, sola.
Lo escuchó alejarse hasta lo que el viento me deja.
Comienzo a temblar inexplicablemente..no lo entiendo..no se porque ahora , después del lance...me ha dado por temblar y no es por frío.
Me tranquilizó e intento analizar lo ocurrido.
Lo primero que pienso es en el sonido..ha sonado a chicha, la flecha está ahí...es decir...que le he dado seguro..si no se hubiera ido donde Dios.
Joder que lance...me asaltan dudas, pero me tranquiliza el ver la luz de la flecha ahí...me dice que lo he atravesado de lado a lado y eso me tranquiliza.
Media hora más tarde, ya no aguanto más...me voy a por ella.
La cojo y veo que está de sangre hasta las plumas.. se ve en el tubo alguna que otra burbuja, va tocado de pulmones, y se me escapa una sonrisa que me llena más que el bocata de jamón.
Busco sangre por alrededor y no encuentro nada, no me planteo buscarlo por la noche..
Apago el nocturnal y me vuelvo al puesto, recojo los aperos y me voy a dormir.
Grosor error..pasan las horas y revivo el lance una y otra vez buscando el fallo, buscando información.
En los primeros rayos de luz ya estoy en el coto buscando la tan ansiada sangre, como cuál vampiro desesperado...
Nada...busco y busco y nada..ni una gota..no lo entiendo.
Vuelvo al tiro, reviso por donde lo he escuchado romper y otra vez...nada.
Llamo a mi amigo que tiene dos Teckel que son dos fieras y quedo con el para el medio día cuando termine del trabajo para buscarlo.
Lo doy por perdido.
Como en días anteriores había estado poniendo apunto el visor nuevo, en uno de los tiros, una flecha se me escapó y la perdí.
Me dispongo a buscar la flecha cuando de repente encuentro dos gotitas de sangre sobre una piedra blanca.
No me lo creo. Cuando ya lo daba por perdido.
Comienzo el rastro y se ve seguido un rastro evidente de sangre..no es muy abundante pero se sigue sin mucha dificultad.
Va subiendo un pequeño repecho.
Zigzaguea constantemente, entiendo que va acusando el tiro y que tiene que estar cerca.
Unos metros más adelante, lo veo tumbado en un claro.
Pego un grito..siiieeee y le doy gracias a Dios y a todos los que con sus conocimientos me han ayudado a vivir lo que he vivido.
He aquí mi historia de como un sueño se hace realidad.
Un saludo y buenas esperas.