Hacia un mes más o menos que en este cebadero una noche me entraron 2 hembras, encendí la linterna como tengo costumbre para valorar y vi algo entre las patas de una de ellas, un rayoncete no más grande que un gazapo, me extraño que solo llevara uno, pero no llevaba mas. La madre se puso algo nerviosa seguramente por la luz y se fue con el rayoncete, la otra jabalina se quedo con todo para ella y se pego un buen festín, a la media hora se marcho tan pancha.
Seguí el seguimiento del cebadero y lo tomaban de continuo pero visto lo visto no hice ninguna espera mas. La semana pasada parecía por las pisadas que me entraba otra piara más grande pues las pisadas y las cagadas menuditas así me lo confirmaban. Solo una cosa me llamaba la atención, había días que la almendra me la encontraba triturada y había otros días que me la encontraba partida milimétricamente por la mitad y eso me empezó a gustar y había que hacer una espera.
La noche del viernes pasado me dispuse a salir de dudas pero con una sola idea en la cabeza dejar pasar la piara y disfrutar de la noche, y así se lo hice saber al compañero. Es más, solamente le metí una bala al rifle como tengo ya costumbre, por la noche no necesito nada más o eso creía.
El tiro al cebadero esta a la distancia que a mí me gusta, aquí os pongo una foto.
Como es ya normal en mi manera de cazar siempre le pongo unas 15 o 20 almendras a escasos 10 metros del cebadero, donde el animal se siente más tapado cómodo y tranquilo, más que nada y sobre todo para que se confié y entre menos resabiado al cebadero.
Valla calor lo del viernes y yo que me confié y fui a cuerpo de rey con una sola camiseta y cuando se cerró la noche refresco y pase algo de frió, un polar me hubiera venido de lujo pero se quedo en el coche.
A las 9 ya estaba sentado con todo controlado y solo cabía esperar que se hiciera de noche para disfrutar de la espera, tenía claro que iba a ver animales pues entraban todos los días y llevaba idea de alargar todo lo que pudiera la espera para poder así disfrutarla.
Sobre las 11 empecé a pasar algo de frió, no mucho pero que bien me hubiera venido el polar. La noche iba transcurriendo lentamente y sin movimiento alguno que me indicara algún indicio, todo era silencio y noche totalmente en calma.
A la 1 menos diez miro la hora y diez minutos más tarde el primer crack, algo estaba muy cerca del cebadero, otro crack me lo confirmo, las almendras hicieron su trabajo, solo cabía esperar y así fue, diez minutos más tarde una sombra apareció en el cebadero y unas piedras rodaron rompiendo el silencio sepulcral que en ese momento había.
Cogí con cuidado los prismáticos y me gusto lo que vi, era de muy buen tamaño, lo que me extraño es que iba totalmente solo y esperaba piara, cogí el rifle lo metí en el visor y encendí la linterna, lo tenia de culo, apague y volví a coger los prismáticos, el jabalí había cambiado de posición, así que cogí nuevamente el rifle volviendo a repetir el ritual. Cuando encendí por segunda vez el animal esta vez lo tenia de cara vamos de frente, este levanto la cabeza hacia luz, le puse el punto entre los ojos y me dio miedo disparar por si lo fallaba y apague nuevamente.
Lo deje estar unos 5 minutos observándolo con los prismáticos y cuando lo vi de costado vi realmente su tamaño era grande, y era ya el momento, lo volví a meter en el visor y encendí, guala me gustaba lo que veía , el animal giro la cabeza buscando la luz y empezó a andar, estaba ya algo mosqueado, le puse el punto en el codillo pero en el último segundo y no sé porque decidí buscar el cuello, no se porque lo hice fue instintivo y sin haberlo planeado. Un segundo antes de disparar el jabalí se ladeo hacia mi posición y dispare. El jabalí se desplomo allí mismo sobre sus 4 patas.
Pero no me gusto la posición en la que se había quedado, el jabalí empezó a cocear y intentaba incorporarse, algo me decía que acabaría consiguiéndolo. Ahí es cuando me lamente de no haberle puesto otra bala en la recamara
no me volverá a pasar nunca más. Empecé a buscar la bala como un loco sin conseguir centrarme y por supuesto sin acabar de encontrarla.
Y ahora viene cuando la matan, el jabalí se levanta y en vez de salir pitando en dirección contraria hacia mi, hace justo lo contrario, se tira al barranquete que se interpone entre él y yo y viene en mi dirección como una bestia nunca mejor dicho, imagino que no lo hizo buscándome, salió corriendo justo por donde había entrado, normalmente cuando se van heridos suelen buscar la salida por la que entran por lo menos hablo desde mi experiencia.
Cada vez lo tengo más cerca escasos 7- 8 metros lo tengo encima, no se me ocurre otra más que encender la linterna para localizarlo y disparar a quema ropa cuando asomara, pero no había ninguna bala que disparar
si me lo encuentro de morros me come enterito. Los nervios a 100 y la adrenalina a tope. En el último instante el jabalí se tiro hacia su izquierda puf menos mal y se queda allí soplando quejándose y por lo que podía oír le costaba respirar, lo que estaba claro es que lo tenía muy cerca.
Me tranquilizo lo que puedo y consigo encontrar la bala, la pongo y me relajo, el jabalí sigue allí muy cerca, 20 minutos después sigue por la zona sigo ollendolo esta muy cerca, en un momento de incertidumbre decido incorporarme y intentar buscarlo con la linterna para re-matarlo pero no consigo verlo, así que decido recoger y marcharme del lugar lo mas silencioso que pude, me deje todos los trastos hasta la silla, solo salí con la linterna en la boca y con el rifle entre las manos por si acaso.
Llamo a mi amigo y compañero y le cuento la película, tenemos dudas de buscarlo esa noche o dejarlo para el día siguiente, pero no nos queda más remedio que buscarlo de noche pues al día siguiente mi amigo trabaja y era imposible buscarlo antes del medio día, dicho y hecho vamos a ver que nos encontramos y si no la cagamos aunque a mí personalmente me gusta pistearlos de noche.
Llegamos a la zona y los nervios me traicionan parezco un novato, estoy deshubicado y desorientado, pero al rato me centro putos nervios, llegamos al tiro con Piloto y había bastante sangre en el tiro, Piloto se tira al barranco y sigue la pista, esta zona está muy cerrada hay mucha maleza y es difícil de andar sin tropezarte con todo tipo de vegetación, a los 80 metros se pierde el rasto pero Piloto erre que erre sigue buscándolo, llega un momento que perdemos totalmente el rasto y empiezan las dudas, estamos pensando que el jabalí estaba muy entero y al molestarlo yo cuando me retire este se había levantado y vete a saber donde estaba y como estaba. pero la suerte nos acompaño y una gota de sangre nos puso nuevamente en la pista, Piloto estaba encendido y costaba seguirlo, de vez en cuando veíamos piedras pintadas de sangre, unos 80 metros mas y vimos a Piloto con el jabalí a sus pies, cuando lo vimos allí tumbado vinieron los abrazos y las alegrías, esto es inolvidable.
Unos 160 metros más o menos de pisteo, Piloto un 10 de 10 y el amigacho que decir pues mas de lo mismo GRACIASSSSSSSS.
El tiro ya lo veis, tiro mortal de necesidad, como es posible que con ese tiro el animal andará tanto, que fortaleza tienen,todo mi respeto hacia ellos.
Espera algo movidita, valió la pena
pues claro que si.
No esperaba para nada este animal hay que ser honesto, esperaba una piareta que esa noche no apareció y entro en su lugar el invitado inesperado costando-le muy caro su atrevimiento,la caza tiene esto y de vez en cuando te dan alguna que otra alegría.
Un saludo.