La proliferación del jabalí en Tarragona pone en alerta a los expertos
«Ha aumentado el número de jabalíes en la anilla verde, en el Arrebatamiento, en el Llorito y en el Francolí»
Alexandre Nadal
La presencia de jabalíes en las zonas urbanas de Tarragona es cada vez más frecuente. Este fenómeno, sin embargo, no es exclusivo de Tarragona, la expansión de los jabalíes hacia zonas urbanas es una tendencia por toda Europa y puede comportar riesgos.
El presidente de la federación Catalana de Caza Territorial de Tarragona, Joaquim Vidal, afirma que, «la pandemia multiplicó el número de jabalíes», que se pudieron mover libremente y destaca que «el jabalí ha aprendido que, cerca del hombre, está más seguro», ya que en las zonas de seguridad no se los puede cazar, y les sirve de refugio. Vidal destaca el incremento de jabalíes en la punta de la Mora, a los Pallaresos, a Cala Romana, a la zona de Mas Enric y al Catllar. «La anilla verde de Tarragona hace de refugio de fauna silvestre», expone.
«Ha aumentado el número de jabalíes en la anilla verde de Tarragona, en la Arrabassada, en el Llorito, y en la zona del río en el río Francolí también, en Sant Salvador, Constantí y en el Morell», explica Alfonso del Sol, presidente de la Sociedad de Cazadores de Constantí. El presidente de la asociación de cazadores señala que el incremento de jabalíes ha provocado «daños agrícolas», ya que destrozan los huertos. «Ya hace unos años que los daños agrícolas van en aumento, daños en los avellanos, en los frutos secos, destrozan los huertos, rompen tubos de acequia buscando agua y humedad. Los agricultores se ponen en contacto con nosotros y nosotros los ayudamos», asegura Del Sol, que también alerta de un aumento de accidentes de tráfico como consecuencia de la proliferación de esta especie en los bosques de Tarragona. «Este año ya ha habido accidentes de tráfico en la zona ocasionados por los jabalíes, cada año hay accidentes. En la zona del río Francolí está donde más han proliferado, pero han aumentado en todas partes», indica el cazador. «En los últimos años se ha disparado a toda la zona el número de jabalíes, antiguamente era muy extraño, pero en los últimos años el jabalí ha ido proliferando muchísimo, no tienen depredadores naturales y crían mucho», manifiesta.
El doctor en biodiversidad urbana, Jaume Marlès, afirma que la el incremento de jabalíes y su expansión hacia zonas urbanas «va en aumento en general» y manifiesta que su proliferación se considera «una plaga». «El aumento de la masa forestal y el hecho de que a menudo encuentran un hábitat idóneo en zonas urbanas ha propiciado que se adapten, un proceso que se denomina sinurbació», indica.
«Está pasando en muchas ciudades, los jabalíes son animales salvajes, pero donde encuentran alimentos está en la ciudad. Como el sector primario ha disminuido muy por todas partes, en las ciudades se alimentan de contenedores y papeleras», explica, recalcando que los jabalíes no tienen que tener comer al alcance, ya que el animal, a largo plazo, se puede acabar habituando y el medio urbano no es su hábitat natural. Marlès recomienda no dar de comer a los jabalíes y «mantener los contenedores de la basura en lugares inaccesibles» para ellos. «A menudo los mismos jabalíes tiran los contenedores y se alimentan con eso», alerta. «Es peligroso porque estos animales se consideran una plaga, hay un peligro de accidentes de tráfico, puede comportar problemas», dice.
El ambientólogo experto en biodiversidad, David Martín, afirma que «los jabalíes son animales salvajes que, en zonas como la anilla verde, que se coescriben en el núcleo urbano de Tarragona, han podido penetrar en zonas periurbanas y urbanas a través de la masa forestal». «La conexión del espacio urbano o periurbano con las masas forestales implica una penetración de especies más típicas de ambientes forestales hacia espacios urbanos. La interferencia que tiene un pájaro con un ciudadano no conduce a ningún problema, como en el caso de las mirillas. El jabalí, en cambio, sí que puede comportar un problema», asegura Martín. El ambientólogo experto en biodiversidad apunta que, con el crecimiento de la masa forestal, «el jabalí se ha visto favorecido porque hay más bosque. Con la anilla verde, esta población incrementada de jabalíes puede penetrar en zonas urbanas y periurbanas», detalla. «La anilla verde es una autopista de entrada en las zonas urbanas por los jabalíes, tienen un acceso fácil y los jabalíes tienen que percibir que no tendrán alimentos fáciles en el otro lado», dice. Martín también alerta de que la presencia de estos animales no es compatible con el urbanismo, ya que «cuando unos jabalíes llegan a un parque, hurgan porque se comen raíces o tubérculos y, desde el punto de vista de estética urbana, destrozan parques». El experto en biodiversidad señala que lo que es normal es que «un animal salvaje se busque la vida y el alimento por sí solo. Que los jabalíes cambien la conducta es antinatural» y alerta del peligro que puede suponer la presencia de estos animales en zonas urbanas. «Las madres son muy protectoras y vigilan las crías, si algún niño se acerca a darles de comer, a la madre puede embestirlos», comenta. Para solucionar el problema, Martín manifiesta que «la gestión que se haga tiene que integrar medidas para que los jabalíes no encuentren atractivo entrar en la ciudad».
La presidenta de la Asociación de Vecinos de l'Escorpí, Alícia Herreros, señala que en el último mes «se me ha cruzado un jabalí por la carretera» que va a su urbanización y también apunta que ha visto cuándo ha salido a pasear el perro. «Cuando salgo a pasear el perro los veo», señala, recalcando que también los ha visto rondando los contenedores de la basura.
El presidente de la Asociación de Propietarios del Pinatell, David Rolán, expone que los jabalíes «dejan huellas y marcas que evidencian que han estado allí».
https://www.diarimes.com/es/noticias/tarragona/2021/08/16/la_proliferacio_del_porc_senglar_tarragona_posa_alerta_els_experts_109184_1091.html?fbclid=IwAR0v52hs5LvOxBmhLl-BdutZVxwL5EKvdplSOhYF6ryfJwd2pfE4TaYjvpE