La solución fue rápida, más aún después de una mañana andando por la siembra y que se calaron al roce con el rocío, como ya habrás pensado, si, las cambié.
Botas rígidas, al estilo chiruca, creo que han quedado atrás, ya son más notas de trabajo que de caza. Yo cambié a unas Salomón con goretex y el cambio es abismal. Mitad de peso, ningún problema con el agua, más cómodas, más flexibles.
Vamos que no hay parangón. Los tejidos técnicos han avanzado tanto que las opciones son infinitas.