Pues yo estoy de acuerdo con todo esto de la "caza de sensaciones", del disfrute campero, del gusto por un lance bien jugado... claro, cómo no! de verdad, pero no debemos olvidar nuestro objetivo y conformarnos solo con eso. Yo desde luego no lo hago.
Nuestro empeño debe dirigirse a lo que todos sabemos, y si pasa el tiempo y no lo conseguimos, de algo tendrá que valer el conocimiento que vamos adquiriendo. Si después de tantos años solo has disfrutado de noches de quietud y de silencio, de haber estado en el campo creyéndote integrado y sin delatarte, de la visión de primalones incautos, no has matado más que un par de piñoneros y los buenos se te han vuelto todos...... Coño, algo estás haciendo mal....... casi seguro!
En mi familia hay un dicho que usamos mucho y que viene muy a cuento: "¡A lo que estamos, Fernanda!"
Y a lo que estamos es a cochinos, y cuanto más grandes y morrocotudos, mejor.
El buen aguardista disfruta de las noches de fracaso, ya lo creo, y mucho. Disfruta y aprende, pero su objetivo no debe darlo por cumplido solo con eso.