Buenas.
Mucho entreno en galería y al aire libre con siluetas 3D con resultados satisfactorios.
Y llegó el verano y con él las vacaciones. La cabeza llena de ilusiones y planes. Ya me veía encima de los dos árboles escogidos y ver acudir al agua como en otros años cuadrillas de jabalis y algún zorrete (que era mi único objetivo), pero de lo pensado a la realidad hubo diferencias más que importantes.
Los primeros días los dediqué al rifle pudiendo cobrar algunos, dejando sin tocar los puntos que con antelación pensaba eran los más idóneos para intentarlo con el arco. Coloqué algunas cámaras y con desilusión comprobé que no aparecían tantos zorros como en otros años, si familias de jabalís y algunas corzas solas y con crías. También coloqué en uno de los lugares predestinados un treestand por aquello de que se fueran familiarizando con los olores y con su presencia.
Llevaba algunos días entrenando para no perder, y comprobé con sorpresa, que las graduaciones del visor que llevaba desde casa no me servían. A pesar de intentarlo, una y otra vez, a todas las distancias me salían los tiros altos. Utilizo un visor de un solo pin. No encontraba una solución que me convenciera. Había tenido muchísima precaución a la hora mover el arco que siempre va en su funda, no lo entendía pero la realidad es que a 20 mts, la flecha ya se me iba un buen trozo por encima del objetivo. Horroroso!!
Imaginaos el mono que tenía de arco ya no podía esperar, me había relajado con el rifle y ahora tocaba intentarlo con el arco y cumplir las expectativas de todos estos meses de espera. Y llegó el día de intentarlo...
En mi cabeza, la jornada que se avecinaba estaba perfectamente planificada. Haría dos intentos uno en el puesto del árbol, y el otro en un barranco muy querencioso al que hasta hoy había respetado reservándolo para el arco. El treestand ya llevaba días colocado y los pocos animales que acudían a ese lugar seguían haciéndolo. Mi único objetivo era conseguir abatir algún zorro, el resto de las especies no me interesaban. Por la cámara sabía que de forma alternativa aparecía uno, a veces dos y algunos días ningún zorro, pero tenía esperanza.
Durante las horas nocturnas no hubo presencia de animales, tenía las medida tomadas con antelación, el tiro en caso de haberlo sería entre los 12 mts el más cercano, y 20 el más alejado. Comenzó a amanecer y cuando consideré que ya tenía suficiente luz para hacer un disparo sin linterna comencé con el chillo.
En breve vi uno desplazarse desde mi izda entre la vegetación intentando cubrirse, desde mi posición elevada lo vi claramente lo delató la punta de su cola blanca. Por la forma en que se movía pensé y no me equivoqué, en que quería darme la vuelta para acercarse por mi derecha, le volví a chistar y apareció por uno de las sendas que convergían en la charca en la que estaba haciendo la espera. Llegó rápido, antes de lo que esperaba, abrí el arco, pero antes de llegar hasta mí, se paró estuvo un par de segundos y se giró sobre si mismo para marcharse por donde había venido. Le chiste, se volvió a parar, sin llegar a girarse del todo miró hacia donde me encontraba, estaba a mis 2, lo centré como pude ya que las gafas con las que suelo tirar me las había dejado en casa (error) y solté.
Dio un salto y a toda carrera comenzó la huída por el sendero por el que había acercado pero enseguida bajo su velocidad y comenzó a tambalearse, se paraba se agachaba como para lamerse y continuaba su marcha ya muy despacio parándose cada pocos pasos inclinando el cuello y se lamía su parte baja. Aunque no estaba lejos, habría unos 50 mts, con ayuda de los prismáticos lo veía perfectamente. Se quedó unos instantes de pie como acartonado, como suele ocurrir en las corridas de toros con algún toro que estando muerto se mantiene de pie. Como si se tratara de un perro casero, dio una vuelta sobre si mismo y se tumbo. Ahí se quedó algún tiempo. Mi impaciencia crecía...
No sé cuanto tiempo estuvo así, muy torpe pero se levantó de nuevo, avanzó unos pasos y volvió a tumbarse. La vegetación no me dejaba verlo bien, pero lo veía, sobre todo la cabeza y el cuello. Así estuvo algún tiempo. Se me hacía interminable y la impaciencia del novato crecía. Sorprendentemente se levantó otra vez y se me tapó entre la vegetación. Conozco el sitio bien, por donde se me perdió de vista hay una pequeña rambla y mi temor era perderlo de vista y no saber hacia donde se dirigía(error), me bajé del árbol y dando una vuelta como si cazara con escopeta me acerqué hacia donde pensaba se había ido. En prevengan iba escudriñando todos los rincones y lo detecté tumbado entre unos espartos, le veía las orejas y poco de la cabeza, estaba a menos de 20 mts. Me moví todo lo lento que pude para intentar verle el cuerpo, se levanto y andando muy despacio se me tapó detrás de una maraña. Lo perdí, encontré sangre, pero no lo veía. Al rato lo vi desplazarse entre dos pequeñas matas le esperé a la salida de una, sin medir la distancia abrí(error luego recapacitando pienso estaría por encima de 30 y tantos), y una vez que lo vi, sin tener en cuenta la distancia ni la caída de la flecha, solté y me quedé bajo. Volvió a taparse en la vegetación y esa fue la última vez que lo vi.
Más tarde encontré sangre en otro sitio y vi el lugar por el que había cruzado una pista agraria, encontré el lugar en el que se había tumbado otra vez, pero no volví a verlo.
Intente localizarlo pero no lo conseguí, finalmente me rendí, cabizbajo, desilusionado y decepcionado fui a ver los lugares donde tras el disparo había estado tumbado. En el primero había un pequeño charquito de sangre que era más pequeño aún en el segundo. Fui a buscar la flecha y para mi sorpresa y por la sangre dejada en las plumas, resulta que le había pasado de lado a lado, lo que no puedo decir en que zona del cuerpo le había dado.
Recogí todo y hundido en la miseria recapacitando en los errores cometidos al revivir el lance una y otra vez, me desplacé hacia el otro lugar que tenía pensado.
El segundo lugar se trata de un barranco muy querencioso que termina en un cuello de botella que conozco de memoria. Podría dibujar su orografía, su vegetación y su suelo con los ojos cerrados. Una vez colocado, medí la distancia y me salieron 20 mts justos y de ahí a menos. El tiro en caso de haberlo por la inclinación del terreno sería en posición sentada muy bajo y con la rodilla derecha en el suelo. Dudé en poner el visor más bajo de esos 20 mts, pero recordaba los entrenos en casa y pensaba que de los últimos días serían errores míos no del arma. Confiaba en mi concentración y "pensaba"(error), que con lo aprendido a la mañana con el otro zorro ya sería suficiente, (nuevo error).
Comencé con el chillo y como deseaba vi uno que me venía con decisión desde lejos. Por otras ocasiones cuando andaba con el rifle ya sabía que estaba a 70 mts y se acercaba con premura. La vegetación ya no me dejaba verlo, pero sabía que iba a salir por donde le esperaba a esos 20 mts medidos con anterioridad. Abrí y le esperé...
A veces, generalmente, cuando llegan a ese punto se paran y dudan al salir de la cobertura que les ofrece la vegetación, pero este no lo hizo, sin prisa pero buscándome salió, avanzó un poco más ya sin cobertura y me dio el costado izdo, apunté con mucho cuidado, estaba tranquilo, concentrado y seguro de no fallar(error) se encontraba a 17 mts, solté y vi perfectamente que la flecha le pasaba por encima de su lomo. Curiosamente el animal no se asustó ni me miró, se giró sobre si mismo y se quedó mirando el ruido que la flecha debió de hacer cuando se clavo a su espalda como intentando averiguar el motivo de lo que lo había causado.
Imaginaos como me quedé.
Con todo el cuidado del mundo cogí otra flecha que casualmente había dejado en el suelo fuera del carcaj, la monté y abrí. Busqué el animal, pero ya no estaba, supuse que estaba por detrás de la vegetación por el pasillo por el que había llegado antes y con el arco sin cerrar le chisté y volvió a aparecer. Era un "déjà vu", increíble pero ese animal, a la postre joven, me ofrecía una segunda oportunidad. Se volvió a colocar a la misma distancia en la misma posición. Apunté con premura, ya no estaba tan tranquilo como la primera vez, y lo peor había perdido la confianza, tenía mil dudas que me pasaban por la cabeza. Me concentré y me ordenaba a mi mismo en apuntar más bajo y seguramente por defecto o costumbre del rifle(error)le apunté a la zona de la escápula, por debajo, pero en esa vertical y solté...
Por fin, esta vez si, vi el impacto y cómo sono!! en su paletilla izda(error). El animal salto y se revolcó con la flecha puesta y se metió por un hueco de la vegetación.
Por fin iba a cobrar un zorro con el arco. Me tranquilicé, recuperé la tranquilidad y los instantes pasados. Ahora no tenía prisa en cobrarlo, le daría tiempo y luego iría a terminar el lance ya había aprendido de algunos de los errores de la mañana.
Mientras esperaba pensé en hacer un segundo intento ya que alguna vez en ese mismo lugar he conseguido cobrar dos el mismo día. Reanudé el chillo pero no hubo más novedad más.
Sin prisa me levanté del sitio y lo primero que hice fue ir a recuperar la primera flecha. Ya con ella era el momento de cobrar el animal. Empecé a mirar por donde se había metido y vi bastante sangre y sorpresa, la flecha entera manchada un poco más de la punta pero del animal ni rastro. Volvieron los fantasmas a mi cabeza, recuperé la flecha, y con la primera que había usado(error??), recogí el arco y me dispuse a cobrar el trofeo. Sorpresa, no estaba y si veía un rastro claro de sangre, no podía ser, no podía volver a ocurrirme lo del primer lance.
Avancé unos pasos y me pasé de rastro, retrocedí y cogí una vereda en la que aprecié unas gotas para seguidamente ver que un zorrete del año moribundo se me levantaba a escasos 15mts, me miró y con la cola a rastras caminaba lentamente delante mío entre las matas. Nuevamente los fantasmas de primera hora me rondaban. Éste era claramente más pequeño que el primero y parecía estar más afectado, le seguí y volvió a pararse, aproveché para abrir tiré y la verdad es que no sé dónde fue la flecha pero fallé y el animal muy despacio y de forma errante siguió andando. No tenía más flechas(error), había dejado todo en el puesto. Pude recuperar la flecha y continué con el rastro. Conocía el sitio y sabía que tras una pequeña asomada entraba en una zona con menos vegetación por lo que intenté tranquilizarme y no volver a fallar. El animal iba muy despacio y seguro que tendría otra oportunidad, me concentré y me asomé despacio. Como pensaba ahí estaba, casi no se mantenía de pie, lo tenía muy cerca, no habría 15 mts, y justo cuando estaba abriendo el arco fui testigo de algo inesperado, el animal en su desesperación se introdujo dentro de una madriguera de conejos y desapareció de mi vista. No me lo podía creer, intuía que no lo cobraría pero por si acaso me acerqué hasta el vivar comprobando que como pensaba no se veía el fondo, si las gotas de sangre que el animal había dejado al entrar en el mismo.
Lo primero que hice al llegar a casa fue olvidarme de todas mas marcas del visor que había llevado desde casa y comenzar de nuevo desde cero, volver a graduarlo intentando no dejar nada para el azar. Muchos errores de los que aprender y experiencias de caza con arco de las que carezco totalmente.
No volví al árbol del treestand ya que lo cambié de sitio. Da para otro pequeño relato.
En el segundo puesto días más tarde cobré uno, el primero cobrado. El lance fue idéntico al narrado no cobrado, las características del lugar no dan lugar a muchas variaciones.
He hecho algunos intentos más casi todos negativos. Un día que se "alinearon los astros" sin ninguna esperanza y mucha suerte cobré un segundo.
Otro día al tercer día de ir a por él tras haberle disparado en dos ocasiones anteriores pinché otro que no cobré. Este si que es un buen relato que os pasaré en otro momento. En su desesperación cortó el tubo con la dentadura.